El informe sobre el Índice de desarrollo democrático (IDD-Méx) arroja que durante 2020 hubieron importantes retrocesos en el ejercicio de los derechos políticos y libertades de los ciudadanos. El reporte nacional y el desagregado por entidad refiere que la violencia incesante, la presencia del crimen organizado, la pobreza y la desigualdad social, entre otros, son factores que inciden en este fenómeno.

Elaborado por la Fundación Konrad Adenauer, la consultora PoliLat, el Centro de Estudios Políticos y el Instituto Nacional Electoral, el estudio documenta otras circunstancias que impactaron en estos derechos: la creación de la Guardia Nacional, con lo que se profundizó la militarización de la seguridad pública, así como la postura del gobierno federal ante la presión de Estados Unidos para deportar a los solicitantes de asilo y migrantes que transitan por México rumbo a la nación del norte.

Camino democrático

Durante la presentación, Jorge Arias, director de PoliLat, autor principal del IDD-Méx, sostuvo que la violencia, el narcotráfico, la pobreza, la desigualdad junto a la debilidad institucional que caracterizan a nuestras democracias conforman un ramillete básico de problemas, pero también de oportunidades para una mejor democracia.

El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, aseveró que con los resultados de la pasada elección, desde 2014 a la fecha, el porcentaje de alternancia en cargos de elección alcanzó ya 74 por ciento, lo que refleja que el sistema electoral no es el principal problema en México. Son las otras dimensiones de la democracia las que podríamos frasear como las promesas incumplidas del proceso de transición a este régimen de gobierno, a la democracia, las que todavía presentan síntomas ominosos; son la pobreza, la desigualdad, la corrupción, la impunidad en suma, la (necesidad de) fortaleza del estado de derecho, la violencia y la inseguridad, agregó.

El IDD-Méx alerta que la afirmación y consolidación de las instituciones de la democracia resulta indispensable para que el clima de incertidumbre derivado de la pandemia no se traduzca en más daños a la sociedad, particularmente a los sectores vulnerables y excluidos que no tienen cómo escapar a los costos de este tipo de crisis.