A cinco siglos de la conquista de México es necesario rexaminar la figura de Hernán Cortés, quien, a manera de lucha, concibió una modalidad narrativa inédita y fue un novelista que supo transformar la ficción en realidad.

Así lo postuló el historiador y antropólogo francés Christian Duverger (Burdeos, 1948) durante la conferencia magistral 1520. De la Noche Triste a la segunda carta de relación. Hernán conquistador, Cortés escritor.

Así se inició este lunes el Coloquio Cervantino Internacional (CCI), realizado de manera presencial en el Teatro Juárez, en la capital de Guanajuato, con transmisión simultánea en Facebook.

“En el imaginario colectivo, este expedicionario español es un personaje categorizado de ‘villano’; sin embargo, fue un humanista y letrado, cuyo ideal fue forjar un mundo nuevo mediante el mestizaje en tierras americanas”, sostuvo.

Conocemos mitos y leyendas en torno a su figura. Pero a manera de lucha contra la adversidad, Cortés escribió bajo anonimato e incluso con seudónimo y, al mismo tiempo, concibió una modalidad inédita en su narrativa: inventa un narrador ficticio para evitar la censura o, peor, la cárcel. Este personaje (Bernal Díaz del Castillo) es gruñón, hablador, truculento, popular, aunque de principio a fin es imaginario y creado por un escritor que tiene el dominio de las técnicas literarias. Esta invención permitió a Cortés elaborar un texto mixto (llamémosle mestizo) de contenido histórico, pero de técnica narrativa novelesca.

Duverger, reconocido por su labor de más de 30 años en estudios prehispánicos-coloniales, y también autor de la Vida de Hernán Cortés, dividida en los tomos La espada y La pluma, publicados por la editorial Taurus, destacó que el contexto mencionado da origen a La historia verdadera de la conquista de la Nueva España, obra que podría considerarse la primera novela de la literatura moderna.

El origen de este ejemplar es un asunto muy discutido y controvertido por la comunidad cultural, añadió el historiador, cuyas investigaciones revelan a un Cortés vanguardista, en contacto con los movimientos intelectuales de la época.

“No obstante, en el texto usa la ficción para eludir la censura. En la visión clásica, es Cortés el inventor de la novela y bajo su pluma irrumpe la caballería como tema central.

“El juego literario es total. Se hace la crítica ficticia de una ficción. En su extirpe, la novela es una resistencia y la ficción no contradice la verdad. Al contrario, la apoya, la ampara. En esa perspectiva, la ficción de Díaz de Castillo preserva el texto cortesiano.

El hecho de que el anónimo soldado raso, totalmente inventado, haya tomado cuerpo y haya encontrado nombre y, además, sea hoy un objeto de estudio universitario en las aulas de México, es la perfecta culminación del proceso de creación literaria. Cortés es más que un novelista. Su poder narrador y su irreverente doble supieron transformar la ficción en realidad, expuso el antropólogo.

La edición 30 del CCI, titulada México 1521, realidad y ficción, conmemora 500 años de la confluencia de dos grandes civilizaciones, México-España. La programación completa se puede consultar en el sitio web https://bit.ly/3m6PwiC; para asistir a las conferencias es necesario llenar un prerregistro en www.coloquio.silcosolutions.com

La jornada cervantina para 28 y 29 de septiembre incluye la participación de Patrick Johansson Kéraudren, académico, investigador y profesor de lengua náhuatl; Mónica Salmón, escritora y sicóloga; Christopher Domínguez Michael, crítico y literato, así como Miguel Zugasti, catedrático de literatura por la Universidad de California Santa Bárbara.