Esa nación debería ser responsable con el consumo de drogas, dice
Lunes 11 de octubre de 2021, p. 10
En la relación bilateral entre México y Estados Unidos la cooperación en materia de seguridad es fundamental, pero puede mejorar, reajustarse y, sobre todo, anteponer el respeto a la soberanía de las dos naciones, afirmó el internacionalista y experto en la colaboración entre ambos países, Eduardo Rosales.
Entrevistado en el marco del diálogo de alto nivel sobre seguridad entre los dos países, el profesor-investigador de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) remarcó que la parte estadunidense también tendría que ser corresponsable en el combate a la violencia y las causas de la criminalidad.
Indicó que si bien se debe ser crítico y exigente con la incapacidad de México para frenar al crimen, la Casa Blanca también debe ser autocrítica y reconocer que el problema también es su responsabilidad.
“Allá igual hay corrupción; las drogas pasan y se venden no por grandes cárteles, pero sí por bandas organizadas que operan y que no han podido combatir; ellos dan capacidad de fuego a los grupos criminales con el poco control a la venta de armas; los beneficiarios del lavado de dinero son los bancos, la cifra más conservadora es que alrededor de 30 mil millones de dólares procedentes del narcotráfico entran al año a los circuitos financieros estadunidenses, los narcos son el brazo delictivo y visible de la bancocracia del país vecino. Deben trabajar para bajar todo eso.”
El especialista refirió que la guerra contra las drogas se abrió formalmente en Estados Unidos a partir de la administración de Richard Nixon –en el primer lustro de la década de los 70–, y desde entonces ese país ha gastado 100 mil millones de dólares para combatir el tráfico y consumo.
¿Cuáles han sido los resultados? No han podido cambiar la cultura, en su país hay entre 23 y 24 millones de consumidores habituales de drogas y si se cuenta a los ocasionales la cifra es cercana a 50 millones de personas. Si no se hace nada con la demanda poco se podrá hacer contra la oferta.