Viernes 15 de octubre de 2021, p. 7
La pasión, preparación y el don natural allanan el camino de la creatividad: Héctor Infanzón lo sabe y deja esa impronta en Tres historias concertantes, disco grabado con la Orquesta Sinfónica de la Radio Nacional de Bulgaria, dirigida por el Maestro Konstantin Dobroykov, en los Estudios de la Radio Nacional de Sofía en septiembre de 2019. Álbum compatible con la presencia de Infanzón en la escena jazzística; así lo explica el propio pianista. “Es un trabajo que vengo haciendo por muchos años: la formación clásica, la jazzística o la de la música popular han sido carreras paralelas en las que me he formado. Y no las veo como diferentes géneros; para mí, la música ha sido integral desde mi infancia, de ahí que tenga la oportunidad de brincar de un género a otro de manera natural. Mi formación infantil fue oyendo mucho jazz, clásica, rock, grandes bandas y piezas de cine. Luego, en mi formación pianística en la Escuela Superior de Música el acercamiento al género clásico es muy claro; entonces, todos estos elementos en todos estos años, han estado juntos y, para mí, no es diferente uno de otro, es una extensión de todo lo que vengo haciendo por mucho tiempo y en este disco, que recopila tres de mis conciertos –el de violín, vibráfono y piano– es la síntesis de toda esta amalgama y experiencias”.
Tres historias concertantes tiene dos nominaciones al Grammy Latino 2021; al respecto, el maestro Infanzón explica: “Me siento con una gratitud enorme, porque la Academia Latina nominó el Concierto para violín y orquesta: Remembranzas, como Mejor Obra/Composición Clásica Contemporánea, y me da mucho gusto que se reconozca este trabajo porque motiva a uno muchísimo para seguir componiendo y, sobre todo, saber que tiene eco el trabajo que uno viene haciendo por años. E independientemente de la premiación, ya la nominación es un reconocimiento que aprecio tanto, igual que por el álbum completo que también está nominado”.
Nostálgico, intimista y muy personal
Tres historias concertantes es nostálgico, intimista y muy personal; los títulos de los conciertos contenidos dan la pauta, Infanzón lo confirma: “Sí, es un disco como todas mis composiciones; como lo hago en el jazz, en mis obras sinfónicas o de cámara: les pongo títulos que refieren a historias de mi infancia y adolescencia que honro y agradezco haberlas vivido y me hacen hacer la música que realizó ahora y, sobre todo, lo más importante es que cuento historias; no solamente es hacer música, notas, acordes, melodías, sino que vaya intrínseca una historia y para mí es importantísimo contar momentos y paisajes y compartirlos por medio de mi música. Al final todo lleva un título especial. Está el concierto de violín, que le llamo, Remembranzas y que son mis andanzas cuando vivía en San Juan de Letrán, alrededor de Bellas Artes y la Torre Latino, entorno que me marcó en la infancia; y está el concierto –dedicado a mi padre– para vibráfono, primer instrumento, entre muchos, que había en la casa y que cuando llegó nos encantó a todos y, mientras mi papá nos enseñaba, nosotros jugábamos a su alrededor. Y así se llama el concierto: Jugando con papá. El tercer concierto, el de piano y orquesta, se llama Celebración, cuyos tres movimientos los enfoco en las fiestas familiares. Desde su preparación, la ceremonia y el festejo. Entonces estos tres conciertos están integrados por una añoranza familiar que me gusta mucho regodear y honrar mediante mi música.”
El concierto se ha tocado ya en varias ocasiones. El que se tocó previo a la grabación, fue en el Palacio de Bellas Artes con la Orquesta Sinfónica Nacional y el mismo William Harvey quien fue el solista; y ya tengo invitaciones para ser interpretada por otras orquestas en el país y fuera también
, concluye Héctor Infanzón.