Tras dos fracasos, el Tri de Gerardo Martino de nuevo enfrenta a Estados Unidos
legó la prueba de fuego para Gerardo Tata Martino. Tras casi tres años en el cargo (desde el 5 de enero de 2019), la afición mexicana exige ver en la fecha FIFA de noviembre por fin a una selección con personalidad y un estilo definido en los partidos más complicados de la eliminatoria mundialista: ante Estados Unidos y Canadá. Lo sabe el estratega; no es gratuito que para la presente cita haya convocado a su plantel de lujo.
La gestión del timonel argentino es engañosa. Si sólo se observan las estadísticas, el Tata estaría cotizándose por las nubes y con un pie en uno de los equipos europeos de máximo prestigio; no obstante, entre el público mexicano predomina la decepción y el sabor amargo tras derrotas cruciales. El torneo de la Nations League dejó heridas, pero la Copa Oro hizo añicos el orgullo, porque haber perdido ante un cuadro B de Estados Unidos sí que dolió.
La fase de calificación hacia Qatar ha sido un paseo a medias. Los equipos serios como Canadá y Honduras se le complicaron en extremo. Los de la hoja de maple pusieron a temblar a todos, el público reprobó la inoperancia del tricolor en la cancha del estadio Azteca e irracionalmente emitió el grito prohibido que causó la última sanción. Frente a Honduras se ganó gracias a una individualidad, un desborde por derecha de Raúl Jiménez provocó el penal que dio el triunfo.
Por las razones que sean, Martino se ha dado el lujo de desechar a jugadores importantes como Javier Chicharito Hernández, máximo goleador del Tri (52 dianas); no obstante, ahora debe demostrar que el tapatío del Galaxy no hace falta y que podrá conducir con tino e inteligencia el recambio. Es evidente que hay otros elementos que ya vieron pasar su mejor época, la lista de los prescindibles empieza con Andrés Guardado.
Que Martino en la hora final no diga más lo que a todos nos consta: México está un peldaño abajo de Sudamérica y dos detrás de Europa, eso lo tenemos muy claro –se ha vivido y padecido hasta el cansancio–. Mejor que hable con verdad: las decisiones de los federativos no ayudan, la quita del descenso tiene al balompié deprimido, los equipos están plagados de extranjeros que le restan opciones a la hora de elegir, peor aún, escasamente pactan juegos amistosos ante rivales de calidad.
La Federación estadunidense se frota las manos, hasta en mil dólares se vendieron los boletos en Cincinnati para el juego del próximo viernes y el lleno está asegurado. Los dirigidos por Gregg Berhalter (8 puntos) tienen la opción de trepar a lo más alto si vencen a México (11) y cumplen los prónosticos en su visita a Jamaica, último del octagonal. El Tri, en cambio, tras el choque ante el vecino del norte, va a Edmonton ante la dura Canadá (7).
El América había asegurado con antelación el liderato general en la Liga Mx, pero conforme el certamen regular se extinguió, cayó de sus manos la etiqueta de favorito. León y Tigres lucieron en el último tranco un mejor juego, ritmo y determinación. Los de la UANL son expertos en liguillas. Los Rayados se desinflaron después de ganar la Concachampions y Cruz Azul vivió su déjà vu ante Pumas, que se sublimó y con gran reacción avanzó a la siguiente fase.
La buena noticia para Ricardo Peláez es que su patrón Amaury Vergara lo ratificó; la mala, que deberá entenderse con el técnico Michel Leaño, quien no es santo de su devoción. Inteligente maniobra del patrón para dar un toque de equilibrio, pues el timonel tendía a arrogarse demasiado poder… Los astros se alinearon y el Rebaño avanzó al repechaje, Leaño festejó en Mazatlán como si hubiera ganado el Mundial de Clubes, hizo bien, cualquier logro adicional será ganancia.
Va en serio. El futbol mexicano no aceptará más necios inadaptados. Primero vetó un juego al estadio Morelos de la Liga de Expansión por la aparición del grito homofóbico durante el partido entre Morelia y Pumas Tabasco. Tocó el turno al Cruz Azul tras el choque contra León y no tendrá público como local en el estadio Azteca, un duro golpe a las arcas del club. La Comisión Disciplinaria advirtió que reincidir acarreará un castigo más severo.