▲ El último presidente blanco de Sudáfrica, Frederik de Klerk, que liberó al ícono de la lucha contra el apartheid Nelson Mandela y compartió con él el Premio Nobel de la Paz (ambos en imagen de archivo), murió ayer a los 85 años, informó la fundación que lleva su nombre. El deceso ocurrió de forma apacible en su domicilio de Fresnaye tras haber luchado contra el cáncer. De Klerk tenía una reputación de conservador cuando sucedió en 1989 al presidente Pieter Botha, debilitado por un infarto. El 2 de febrero de 1990 anunció el inminente final de la dominación blanca en Sudáfrica. Llegó la hora de las negociaciones, declaró por entonces en la apertura de una sesión en el Parlamento, en la cual comunicó la liberación incondicional de Mandela, quien llevaba 27 años en prisión, y el levantamiento de la prohibición de los partidos que luchaban contra el apartheid. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lamentó el deceso y envió condolencias a la familia, así como al gobierno y el pueblo sudafricanos.Foto Afp