Jueves 17 de febrero de 2022, p. 24
Cuernavaca, Mor., Ejidatarios del municipio de Ayala, quienes rechazan que el agua del río Cuautla y sus afluentes sea llevada a la termoeléctrica de Huexca, municipio de Yecapixtla, exigieron a la Fiscalía General de Estado (FGE) aclarar el asesinato de su compañero Francisco Vázquez Domínguez, cometido el 11 de febrero.
Asimismo, demandaron a la FGE que investigue las declaraciones que la víctima hizo un día antes de su homicidio, sobre amenazas del presidente de la Asociación de Usuarios del Río Cuautla (Asurco), Rogelio Plascencia Barreto.
Los labriegos mantienen un plantón ante las oficinas de la Asurco desde el 23 de noviembre de 2020, en protesta porque la Guardia Nacional los desalojó ese día de dos campamentos que instalaron en el Cuautla para impedir que el líquido se transfiriera a la termoeléctrica, parte del Proyecto Integral Morelos.
En un comunicado, aseguraron que el 10 de febrero Vázquez Domínguez, en su calidad de presidente del consejo de vigilancia de la Asurco, dialogó con más de 20 comisarios ejidales en la comunidad Chinameca, municipio de Ayala, para tratar la destitución de Rogelio Plascencia
de la directiva de la asociación.
En esa reunión, Vázquez dijo que temía por su vida porque Rogelio lo había amenazado
y lo responsabilizó de cualquier cosa que le pasara
, acotaron los campesinos.
Añadieron que, según los estatutos de la Asurco, Vázquez Domínguez tenía facultades legales para convocar a la asamblea a fin de destituir a Plascencia Barreto por manejo indebido de recursos financieros y mal servicio de riego
.
Los agricultores recordaron que la mañana del 10 de febrero Rogelio Plascencia acudió a la sede de la Asurco junto con unas 50 personas para tratar de disuadir a los manifestantes. Mencionaron que ese día se acordó que ejidatarios opositores a Plascencia Barreto y la dirigencia de Asurco que éste encabeza se reunirían el sábado siguiente, junta que se suspendió después del asesinato de Francisco Vázquez.
Responsabilizaron a Plascencia de lo que les ocurra en su pugna por evitar que el agua que utilizan en sus cultivos sea acarreada a la termoeléctrica de Huexca.