Viernes 25 de febrero de 2022, p. 21
La apreciación que tuvo el crudo durante el año pasado hizo que la renta petrolera de México aumentara 84.2 por ciento respecto de 2020, año en que la parálisis económica por la pandemia de coronavirus hundió los precios internacionales.
Datos del Fondo Mexicano del Petróleo (FMP), al cierre de 2021, muestran que a raíz de los diversos derechos que se cobran a la industria petrolera que opera en el país se obtuvieron 365 mil 135 millones de pesos, cifra que estuvo cerca de duplicar lo registrado un año antes.
En 2020, cuando la primera ola de contagios por la pandemia de covid-19 llevó al cierre de la economía mundial, los ingresos derivados de la exploración, explotación y otras regalías que debe pagar la industria petrolera en México se hundieron a 198 mil 204 millones de pesos.
Ese año, en medio de una caída generalizada de los precios internacionales del petróleo, la mezcla mexicana del petróleo llegó a cotizar en -2.37 dólares por barril el 20 de abril.
Para 2021, derivado del rebote que han tenido los energéticos a nivel mundial, creció por primera vez en tres años la renta petrolera, puesto que, además de haberse hundido 54.1 por ciento durante el primer año de la crisis por coronavirus, en 2019 ya se habían reducido en 20.3 por ciento los recursos que entran al FMP.
Creado en diciembre de 2013, a partir de la reforma energética que impulsó el entonces presidente, Enrique Peña Nieto, el FMP supone una garantía para que los recursos derivados de la exploración y extracción de hidrocarburos se administren con transparencia.
Al cierre del año pasado reporta que tuvo ingresos récord por el derecho de exploración de hidrocarburos, por la cuota contractual para la fase exploratoria, regalías y ventas de Petróleos Mexicanos (Pemex). Incluso con las reducciones fiscales que se hicieron a la petrolera del Estado, por derecho de utilidad compartida ingresaron al FMP 265 mil 883 millones de pesos, 74.7 por ciento más que en 2020.
Sin embargo, por el lado de la transparencia en el destino de estos recursos, la mayor parte pasa a la Tesorería de la Federación sin mayor detalle de en qué se gastan. El año pasado, más allá de los fondos de estabilización e investigación que se nutren con la renta petrolera, entraron a financiar el presupuesto público 349 mil 684 millones de pesos derivado de la renta petrolera (95.8 por ciento).
Otros 7 mil 546 millones de pesos fueron al Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, 2 mil 195 millones de pesos al Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas, 3 mil 25 millones al Fondo de Extracción de Hidrocarburos, 19 millones a fiscalización y 2 mil 229 millones a investigación en materia de hidrocarburos y sustentabilidad energética, ya sin los fondos que eran parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.