Lunes 18 de abril de 2022, p. 4
El mexicano Isaac Pitbull volvió al cuadrilátero para disipar las especulaciones en torno a su repentina fama. Después de 15 meses sin subir a pelear, la noche del sábado noqueó de manera indiscutible al cubano Yuriorkis Gamboa en Arlington, Texas, con un gancho de izquierda y una demoledora derecha que produjo un estruendo seco, como de un enorme trozo de carnicería al azotar en una plancha de tablajero.
Pitbull necesitaba esa victoria, sobre todo porque se volvió notable con una derrota cuando enfrentó a Gervonta Davis, peleador al que las apuestas tenían como favorito absoluto para vencer por nocaut. Aunque el mexicano perdió, fue reconocido por llevar la pelea hasta la decisión.
Ahora tiene en la mira a la estrella estadunidense Ryan García –manejado por Óscar de la Hoya–, y las posibilidades de concretar el combate parecen firmes.
García, quien formaba parte del equipo de trabajo del Canelo Álvarez en San Diego, admitió que la pelea está en puerta y le parece interesante. Incluso, publicó una serie de mensajes en Twitter para provocarlo, pero siempre con la claridad de que el estadunidense es la figura y no el peleador mexicano.
Tenemos una gran pelea a la mano, ¿o perro que ladra no muerde
, escribió en alusión a Pitbull.
Entiendo que quiera aprovechar su momento y construir una carrera, pero si piensa que yo lo necesito, está delirando con su equipo. He ganado mucho dinero y soy muy feliz
, agregó García.
Incluso propone como escenario el Staples Center en Los Ángeles, en julio, donde debido al origen mexicano de Ryan y la nacionalidad del Pitbull convocarían a una multitud de aficionados.
Isaac es paciente y discreto, pues sabe que está ante la oportunidad que esperaba. Reconoce que desde lo que consiguió en su derrota ante Davis y el sábado en la velada por la unificación de cinturones welter del CMB y FIB, entre Errol Spence contra Yordenis Ugás, sus bonos en el mercado del boxeo van al alza.
Poco antes de subir al cuadrilátero, Canelo Álvarez y su entrenador Eddy Reynoso le llamaron para desearle éxito.