Brasilia. El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva declaró ayer a sus aliados que aspira a representar una coalición de siete partidos de centro-izquierda en su desafío al actual mandatario Jair Bolsonaro en las elecciones de octubre próximo.

Lula, un ex líder metalúrgico que lidera la carrera presidencial, ha llenado su agenda con los congresos de los partidos para cimentar esa coalición, incluyendo mitines ayer con el Partido Socialista Brasileño y la Red de Sostenibilidad (Rede).

A los que aún no se han unido a nosotros, nuestros brazos están abiertos para recibir a todos los que quieran recuperar este país, señaló ante periodistas en una reunión con Rede.

El senador Randolfe Rodrigues prometió el apoyo de la Red a la candidatura de Lula, pero la fundadora del partido, Marina Silva, ex ministra de Medio Ambiente de Lula, estuvo ausente.

Silva abandonó el gobierno de Lula y se presentó contra su Partido de los Trabajadores (PT) en tres reñidas elecciones presidenciales.

Celebra fallo de la ONU-DH sobre el ilegal proceso en su contra

Por otro lado, el ex mandatario celebró las conclusiones de un comité de la Organización de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos (ONU-DH) que determinó que el caso de corrupción que lo encarceló y bloqueó su candidatura presidencial en 2018 violó el debido proceso. Calificó el fallo de extraordinaria limpieza de alma.

Las encuestas de opinión muestran que la ventaja de Lula sobre Bolsonaro se está erosionando en los últimos meses, ya que Bolsonaro ha aumentado el gasto en programas sociales. Aun así, el aspirante de izquierda mantiene una distancia de dos dígitos sobre su oponente de extrema derecha en las simulaciones demoscópicas de una probable segunda vuelta.

Fuentes cercanas a Lula dijeron a Reuters que su estrategia, a cinco meses de los sufragios, es centrarse en reunir el máximo apoyo de las fuerzas políticas para una esperada segunda vuelta contra Bolsonaro.

Algunos partidos maniobran para presentar sus propios candidatos, pero aún podrían apoyar a Lula en la segunda vuelta, como el Partido Socialdemócrata y algunas facciones del Movimiento Democrático Brasileño.