Casi la mitad de esos astros vienen en pares, lo que hace probable que un cuerpo que los orbite tenga agua líquida, sostiene investigador
Martes 31 de mayo de 2022, p. 2
Cada vez más científicos del espacio encaminan sus hipótesis y teorías hacia la búsqueda de vida extraterrestre, la cual podría ser común en planetas que orbitan estrellas similares en tamaño al Sol.
Una nueva investigación propone que casi la mitad de las estrellas como el Sol vienen en pares, lo que es conocido como sistemas binarios, cuya energía combinada extiende la región habitable de los planetas: calientan los mundos de los demás, así como los suyos, lo que significa que tienen mayor probabilidad de ser orbitados por uno que tenga agua líquida.
Así lo consideró Jes Kristian Jorgensen, de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, quien en un estudio publicado en Nature, señaló: El resultado es emocionante, ya que la búsqueda de vida extraterrestre estará equipada con varios instrumentos nuevos y extremadamente poderosos en los próximos años. Esto mejorá la comprensión de cómo se forman los planetas alrededor de diferentes tipos de estrellas. Tales resultados pueden identificar lugares que serían interesantes para investigar la existencia de vida
.
El James Webb pronto se unirá a la búsqueda de vida extraterrestre. A finales de la década se complementará con el Gran Telescopio Europeo y el extremadamente potente SKA.
Jorgensen agregó: “El SKA permitirá observar directamente las moléculas orgánicas grandes. El James Webb opera en el infrarrojo, adecuado para observar moléculas en el hielo. Finalmente, seguimos teniendo a ALMA”.
Dado que el único planeta conocido con vida, la Tierra, orbita el Sol, los sistemas planetarios alrededor de estrellas de tamaño similar son objetivos obvios para los astrónomos que intentan localizar vida extraterrestre.
El resultado de la investigación también indica que los sistemas planetarios se forman de manera muy diferente alrededor de estrellas binarias, que de astros individuales, como el Sol. Jorgensen descubrió cuándo se forman los discos protoplanetarios y cuál es su composición de agua y moléculas orgánicas complejas. Para ello, utilizó observaciones en longitudes de onda infrarrojas y de radio realizadas por ALMA, en Chile, que detectaron a una joven estrella binaria a unos mil años luz de la Tierra, llamada NGC 1333-IRAS2A, la cual está rodeada de un disco de gas y polvo.
Las observaciones sólo pueden proporcionar a los investigadores una instantánea de un punto en la evolución del sistema estelar binario. Sin embargo, el equipo las completó con simulaciones por computadora que retroceden y avanzan en el tiempo.
Rajika L. Kuruwita, segundo autor del artículo, explicó: Las observaciones nos permiten acercarnos a las estrellas y estudiar cómo el polvo y el gas se mueven hacia el disco. Las simulaciones nos dirán qué física está en juego y cómo han evolucionado hasta la instantánea que vemos y su evolución futura
.
Los investigadores estudiaron el movimiento de gas y polvo, que no sigue una pauta continua. En algunos momentos, generalmente durante periodos de 10 a cien años en cada mil, el movimiento se vuelve muy fuerte.
Presumiblemente, la pauta cíclica puede explicarse por la dualidad de la estrella binaria. Los dos astros se rodean uno al otro y, en intervalos determinados, su gravedad conjunta afectará al disco de gas y polvo circundante de una manera que hará que grandes cantidades de material caigan hacia el astro.
Los astrónomos hallaron que el sistema estelar descrito es todavía demasiado joven para que los planetas se hayan formado. Jorgensen aseveró: Es probable que los cometas desempeñen un papel clave en la creación de posibilidades para que la vida evolucione
.