Guadalajara, Jal., Miles de aficionados del Atlas hicieron valla, caminaron y luego abarrotaron la Glorieta de los Niños Héroes para celebrar el paso y la llegada de los jugadores del equipo rojinegro ayer en el desfile de festejo por el bicampeonato de la Liga Mx obtenido la noche del domingo ante Pachuca, en el estadio Hidalgo.

A lo largo de la ruta de 5 kilómetros iniciada en el centro de la ciudad, en el barrio de San Juan de Dios, y que siguió por avenida Vallarta para dar vuelta en Chapultepec y dirigirse al destino final, los jugadores, cuerpo técnico y directivos disfrutaron una explosión de júbilo de la afición que se desbordó para felicitar a sus héroes deportivos.

¡Bicampeón!, ¡bicampeón!, ¡bicampeón!, fue el grito unísono que acompañó al autobús rojinegro, en medio de banderas y gente con la playera del equipo, de seguidores que coreaban el milagro: tras una sequía de casi siete décadas, en un año obtuvieron dos campeonatos.

Desde la parte superior descapotada, los jugadores sonrieron y mostraron las copas de campeón y de campeón de campeones, lo que hacía rugir de entusiasmo a los aficionados que ondeaban y coreaban con ánimo los colores y cánticos de su equipo.

El ayuntamiento de Guadalajara desplegó 300 policías para resguardar la seguridad en toda la ruta y en el punto final, donde un enorme escenario fue instalado para dar cabida al equipo completo y sus invitados, en un espectáculo en el que sólo el fervor futbolero prevalecía y demostraba que la ciudad de pronto, tan seguidora de las Chivas, se había transformado en una ola rojinegra, la ciudad de La Furia, como señalaron muchos.

Al cierre de esta edición, y a pesar de los tumultos generados en la Glorieta de los Niños Héroes, a donde el equipo arribó cerca de las 19 horas, no se habían reportado incidentes mayores ni durante el desfile ni en los festejos iniciados desde la noche del domingo, cuando el Atlas obtuvo el título y miles de personas salieron a celebrar a las calles de la ciudad hasta el amanecer.

Por otro lado, José Riestra, presidente ejecutivo del Atlas, minimizó las críticas que rodean al equipo rojinegro por obtener el bicampeonato de la Liga Mx en medio de un cuestionado trabajo arbitral.

“Pasa siempre, en México nos cuesta trabajo celebrar el éxito. Cuando la gente no es capaz de lo-grarlo, encuentra la forma de deme-ritarlo. Lo vemos con Sergio Checo Pérez, con Saúl Canelo Álvarez. Es común que cuando alguien triunfa, se le intenta desacreditar”, dijo en entrevista con W Deportes.

Pero ahí está nuestro trabajo. Especulaciones siempre habrá. En el arbitraje a veces hay jugadas a favor, otras en contra; al final nosotros estamos muy tranqui-los, concluyó.