La medida será evaluada en 90 días
Sábado 11 de junio de 2022, p. 11
Washington. Estados Unidos levantará la exigencia de un test de covid-19 para los viajeros que lleguen al país en avión, informó ayer la Casa Blanca.
El vocero de la presidencia estadunidense, Kevin Muñoz, quien anunció en Twitter el levantamiento de este requisito, señaló que las autoridades sanitarias seguirán evaluando las necesidades con base en la ciencia y el contexto de circulación de las variantes
.
El cambio entrará en vigor justo después de la medianoche del domingo y será analizado posteriormente por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades 90 días después, según ha informado un alto cargo del gobierno en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Bloomberg.
Ante el arribo de la variante ómicron, las autoridades sanitarias estadunidenses habían endurecido los procedimientos para ingresar al país en diciembre de 2021.
Todos los mayores de dos años que abordaran un vuelo desde el extranjero debían presentar una prueba negativa menos de un día antes del despegue, independientemente de su estado de vacunación.
Varios otros países, especialmente de Europa, ya habían dejado de exigir un test previo al embarque de los viajeros internacionales.
Tras una decisión judicial, en abril también se levantó en Estados Unidos el uso obligatorio de mascarilla en el transporte público, en particular en los aviones.
China vuelve a rechazar acusaciones
Por otra parte, China criticó ayer la hipótesis de que la pandemia de covid-19 pudiera haberse originado por una fuga de un laboratorio chino, al afirmar que es una mentira motivada políticamente, luego de que la Organización Mundial de Salud recomendó de la manera más enérgica una investigación profunda del asunto.
El portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, rechazó las acusaciones de que Pekín no había cooperado plenamente con los investigadores y dijo que el país aceptaba cualquier pesquisa basada en la ciencia, pero rechazaba la manipulación política.
Reiteró además sus llamados a investigar laboratorios sumamente sospechosos, como el de Fort Detrick y la Universidad de Carolina del Norte
, en Estados Unidos, donde China ha insinuado, sin evidencia, que Estados Unidos estaba desarrollando el coronavirus como arma.