Con la obtención de cuatro de seis gubernaturas –disputadas el domingo 5 de junio– Morena se fortalece como la primera fuerza política con 20 entidades a gobernar a partir de octubre (en conjunto con sus aliados, PES y PVEM, suma 22). Con ello gobernará a 54 por ciento de la población, porcentaje cercano superior al que mantenía el PRI cuando fue derrotado en el año 2000.

Con el triunfo de Morena y sus aliados en Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, la coalición opositora se hizo de Aguascalientes y Durango. En este último se celebró la elección de ayuntamientos, de los cuales Morena y sus aliados ganaron 20 de 39. En el caso de Quintana Roo, donde se renovó el Congreso local, Morena arrasó con 14 de los 15 escaños de mayoría y el restante se lo quedó su socio el PVEM.

Así, el partido guinda ha construido un dominio territorial, porque hace cuatro años gobernaba en cuatro estados y al presente se ubica como la primera fuerza política, pues lo hace en 20 entidades, que suman 54 de la población del país. Así, el reto para la coalición Va por México es enfrenar una fuerza ascendente y ahora buscará mantener sus dos últimos bastiones: Coahuila y el estado de México.