La fuerza del feminismo latinoamericano es enorme, tanto así que es reconocido por las mujeres del mundo entero y su influencia ha logrado impulsar gobiernos populares en nuestra región, asegura Estela Díaz, ministra de las mujeres, políticas de género y diversidad sexual de la provincia de Buenos Aires, Argentina.

Para ella, estos movimientos se han convertido en un motor de cambio social, además de ser antineoliberales. Despliegan formas para llegar a acuerdos, pese a que existan algunas diferencias y esa cualidad podría inspirar a los gobiernos.

La política tiene mucho que aprender del modo de construcción feminista, porque generamos alianzas muy estratégicas. Podemos tener diferencias en algunos temas, pero ponemos por delante los objetivos principales y así se ha logrado posicionar en la agenda política de los países la defensa de los derechos de las mujeres.

En entrevista, tras participar en la novena Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales, dijo que el avance ha sido tal que ahora es posible pensar que los países de América Latina tengan una presidenta. Antes era inimaginable.

Que haya una mujer en la presidencia es muy importante porque se producen transformaciones en el modo de la construcción política, en la agenda de temas, pero también genera cambios importantes en el orden de lo simbólico y de lo cultural. Evidencia que las mujeres podemos llegar a los principales lugares.

Mencionó que tenemos muchas expectativas. Ustedes tienen (en la Ciudad de México) una alcaldesa mujer, joven, con una enorme fuerza política y también con una gran mirada feminista de la gestión de la administración.

No obstante, Díaz advirtió que el hecho de ser mujer no garantiza que los gobiernos sean progresistas. Para nosotras es fundamental cruzarlo con el proyecto político, porque también hay mujeres que tienen planes oligárquicos y antipopulares e incluso misóginos.

Aborto legal se retrasa aquí

La reconocida feminista, sindicalista, activista social y fundadora de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en su país, destacó la gravedad de que aún existan naciones que no garantizan el derecho a la interrupción legal del embarazo y comenta que el hecho de que en México esto se deba hacer en cada estado, ya que implica más demora en lograrlo a nivel nacional.

▲ La ministra habló sobre la violencia de género y que se debe erradicar la desigualdad.Foto José Antonio López

No tener acceso al aborto legal se lleva la vida de las mujeres; cuando hay una práctica insegura o son forzadas a la clandestinidad. Afirmó que en su país el feminismo logró la legalización y despenalización tras 15 años de campaña.

También reconoció que el proceso para garantizar el aborto en la Ciudad de México, en 2007, fue un aliciente para la lucha en Argentina.

A nosotras nos ayudó mucho la despenalización y legalización que hubo aquí, en la Ciudad de México. Nos da mucho impulso a los países de América Latina que otros avancen en derechos. Nos entusiasma. Nosotras queremos hacer lo mismo, que la experiencia de la legalización en Argentina sea un ejemplo para otras naciones.

Díaz comentó que en su país, para hacer realidad ese derecho, se llevó a cabo un proceso de despenalización social, que implicó una especie de concientización masiva. Era activismo todo el tiempo: en las calles, paradas de los colectivos y lugares de trabajo. Todo eso ha llevado a que, como decimos en Argentina, ahora las niñas nacen feministas, no como nosotras, que nos construíamos en la política.

La ministra advirtió que es urgente acabar con la violencia de género en la región, cuya expresión extrema son los feminicidios. La violencia de género es un fenómeno global y nuestra América Latina lo padece en una forma muy grande. Esto es una preocupación común de todos los gobiernos y es una agenda central. Para erradicarla, tenemos que reducir los niveles de desigualad. La disparidad social conlleva el crecimiento de las violencias sociales.

Insistió en que necesitamos construir sociedades más inclusivas, con justicia social y con igualdad de género, pero también en que los cuidados se redistribuyan de manera más equitativa.

En Buenos Aires del 7 al 11 de noviembre se realizará la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, auspiciada por ONU Mujeres y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Será la primera reunión presencial en contexto de pandemia. Tenemos una gran expectativa, esperamos que se genere un fuerte diálogo con todos los feminismos de la región.