Lunes 13 de junio de 2022, p. 15
París. Dos nuevos miembros de la familia de ómicron, BA.4 y BA.5, parecen ser los culpables –junto con la relajación de las medidas de higiene– del aumento de contagios de coronavirus en varios países.
Mayoritarias en Sudáfrica y Portugal, estas mutaciones provocan incertidumbre ante una nueva ola de covid-19 los próximos meses.
¿Dónde están presentes? Identificadas a principios de abril por investigadores de Botsuana y Sudáfrica, estas nuevas subvariantes de ómicron aparecieron probablemente entre mediados de diciembre y principios de enero.
Después de volverse mayoritarias entre los nuevos casos en Sudáfrica y Portugal, ahora protagonizan las nuevas olas de la pandemia.
En Sudáfrica, “donde se detectó por primera vez BA.4 y BA.5, siendo BA.5 la más presente ahora mismo, el pico pandémico terminó a mediados de mayo, y su impacto fue moderado.
BA.5 es mayoritario en Portugal, donde la incidencia está aumentando, aunque a niveles inferiores, por ahora, que durante la ola anterior
, explicó el viernes la Agencia de Salud Pública francesa.
Y el aumento de los contagios amenaza ahora a otros países.
En Europa, BA.4 y BA.5 son cada vez más frecuentes en Francia, y deberían imponerse a BA.2, mayoritaria desde principios de año. La agencia de salud francesa confirmó la aceleración de casos en sus últimas cifras semanales, así como el aumento de estas dos subvariantes.
Una situación similar a la que se vive en Alemania y Reino Unido.
Según varios especialistas, el fin de las medidas de control sanitarias favorecen este aumento de contagios.
Las dos subvariantes parecen propagarse más rápido que las anteriores mutaciones de ómicron.
BA.4 y BA.5 pueden propagarse más rápido que BA.2 por una ventaja doble: su factor de contagio y el descenso de protección inmunitaria. Por lo tanto, BA.4 y BA.5 desencadenan una ola más rápido de lo que hizo BA.2
, explica a la Afp Mircea T. Sofonea, profesor de la Universidad de Montpellier (sur de Francia).
En Europa, el verano, cuando se pasa más tiempo en el exterior, podría ser un freno para un aumento de los casos. Pero este epidemiólogo prefiere ser cauto: Podemos contar con que el verano deje una incidencia menor que el invierno, pero no es un factor que pueda, por sí solo, impedir una ola de contagios, como ya se vio con delta en julio de 2021
.
Hasta ahora no hay signos que alerten de que BA.4 y BA.5 son más graves que las anteriores subvariantes de ómicron, afirman varios científicos. Sin embargo, aún es demasiado pronto para saberlo
, matiza Mircea T. Sofonea.
No obstante, lo visto en Sudáfrica y Portugal hace pensar a especialistas que los riesgos de hospitalización y muerte son menores.
En Sudáfrica, la ola BA.4/5 no se tradujo en más hospitalizaciones y decesos, porque había más inmunidad en la población
, escribió en Twitter el martes Tulio de Oliveira, virólogo de la Universidad del Kwazulu-Natal, en Sudáfrica, donde en 2021 se detectó la variante ómicron. No conocemos los efectos a largo plazo...
En Portugal, con una mayor tasa de vacunación (pero una población más envejecida), las hospitalizaciones alcanzaron niveles de la ola anterior, pero, a diferencia de otros países (varios europeos), Sudáfrica y Portugal no se vieron afectados por BA.2. La presencia de BA.2 en un país podría dar mayor protección contra BA.4 y BA.5, ya que son genéticamente cercanas
, afirmó la Agencia francesa de Salud Pública en mayo, aunque esto es algo que todavía está por confirmar.
En cualquier caso, la protección inmunitaria desciende con el paso del tiempo. Si bien la protección que da haberse infectado con ómicron o haber recibido la tercera dosis de la vacuna sigue siendo importante cinco meses después, sobre todo ante formas graves, desciende ante cualquier infección
, destacó Sofonea.