Interdependencia
a interdependencia entre México y Estados Unidos es cada vez mayor y como botón de muestra tenemos a los migrantes.
Durante abril de 2022 estos trabajadores enviaron a nuestro país 4 mil 718 millones de dólares a través de 12.1 millones de operaciones. El promedio de cada movimiento fue de 391 dólares, lo que en moneda nacional se convierte en 7 mil 820 pesos (20 pesos por dólar).
Cerca de 10 millones de familias reciben estos recursos. Si comparamos este dato con 35 millones de hogares que hay en México, de acuerdo con el Inegi, más de la cuarta parte se beneficia de las remesas de migrantes.
Este dinero llega sobre todo a familias pobres y hace la diferencia entre vivir en la miseria o poder comer, vestir y contar con un techo donde dormir, sin preocuparse por el alimento del siguiente día. La mitad de las personas que obtienen dinero del extranjero viven en poblaciones pequeñas de entidades pobres que no cuentan con infraestructura ni recursos adecuados para sobrevivir en el campo. No es que no produzcan, sino que lo que cosechan es insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas.
Para muchas familias la migración de uno o varios de sus miembros es la única salida de la pobreza. El camino es difícil, pero cuando lo logran, la vida de padres e hijos que se quedan en México cambia radicalmente.
Las transformaciones en la vida cotidiana son múltiples, tanto para bien como para mal. Muchas mujeres con hijos pequeños se quedan sin pareja por años o de por vida, muchos migrantes, la mayoría jóvenes, desarrollan nuevas relaciones familiares en el extranjero, otros regresan con una cultura distinta y con recursos para iniciar pequeños negocios, otros más regresan dañados por el trabajo o por el consumo de sustancias tóxicas y nunca más se recuperan. Pero la mayoría de los que se van son triunfadores y creadores de riqueza.
Por otro lado, miembros de las clases medias y altas también migran y se integran a otra cultura, pero mantienen sus vínculos con México y, en ocasiones, también realizan inversiones en nuestro país.
Como se puede apreciar, la relación entre México y Estados Unidos es muy profunda, por lo que hay que tratar de mantenerla en las mejores condiciones posibles.