El presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, manifestó que el sistema electoral goza de cabal salud. Hoy, subrayó, esa certeza que nos costó décadas ir construyendo en el ámbito federal, forma parte de la normalidad democrática de las entidades federativas, digo, por aquello de que el sistema electoral no sirve y hay que tirarlo a la basura.

Explicó que en poco más de ocho años, el INE y los Organismos Públicos Locales Electorales han organizado 330 procesos comiciales de toda índole, donde por cierto, precisó, el índice de alternancia ronda 63 por ciento, y en el caso de las gubernaturas casi 70 por ciento .

Todos estos procesos electorales y de participación ciudadana, todos sin excepción, han transcurrido en condiciones de legalidad, certeza, equidad e imparcialidad y dan fe de que la instrumentación de la reforma de 2014, a través del modelo INE-OPL, ha permitido una renovación pacífica y ordenada de los poderes públicos y ha dotado a México del mayor periodo de estabilidad político-electoral desde que hay democracia.

En la presentación del libro Monitor democrático 2021, elecciones 2020-2021, pluralismo o presidencialismo hegemónico, que realizaron el INE y el Colegio de Profesores Investigadores con Actividades Académicas Formales en Universidades Extranjeras de Excelencia, Córdova subrayó que perdedores y ganadores han encontrado la garantía absoluta de que la voluntad ciudadana se cumple y en los tribunales electorales existe la instancia legal para impugnar, aunque reconoció que los recursos interpuestos son muchos y muy intensos, pues son parte de la normalidad democrática que no podemos permitirnos perder.

En suma, sostuvo, el voto se ha consolidado como una herramienta de transformación de la vida pública para que, en todos los rincones del país, la ciudadanía pueda decidir en condiciones de igualdad a sus gobernantes y a quienes integrarán los órganos de representación política de Estado, dicho de otra manera, el sistema nacional de elecciones ha garantizado no sólo la paridad en la competencia electoral, sino también la paridad en la representación política.

El libro, se indicó durante la presentación del mismo, contiene una diversidad de ensayos en torno a la democracia representativa, así como análisis críticos sobre los regímenes políticos autoritarios con amplia base electoral que pretenden excluir a los órganos constitucionales autónomos y neutralizar la división de poderes.