Las aguas en la selección mexicana corren cada vez más turbulentas. A pesar de los mensajes de optimismo del técnico Gerardo Martino, el equipo tricolor volvió a mostrar una merma agonizante de su nivel ante Jamaica y, si bien rescató el empate (1-1) bajo una intensa lluvia en el National Stadium Independence Park de Kingston, confirmó el momento especialmente delicado que atraviesa antes del Mundial de Qatar 2022.

Cada vez más arrinconado por sus rivales y con menos poder, el Tri sufrió los primeros minutos de un partido en el que los jamaicanos castigaron sus errores con mano de hierro. Después de que Uriel Antuna desperdiciara un rebote del portero Andre Blake en el área chica, los Reggae Boyz corrieron en manada por la banda izquierda y exhibieron las desconcentraciones de Kevin Álvarez y sobre todo Jesús Gallardo, quien quedó retratado como cómplice del gol de cabeza de Leon Bailey al minuto tres.

La desventaja hizo saltar las alarmas entre los llamados jóvenes promesas del Tri, cuyos semblantes empezaron a descomponerse con la falta de jugadas de peligro. Además de Antuna, Santiago Giménez y Orbelín Pineda conformaron un tridente diseñado por Martino para hacer goles. No obstante, fue Luis Romo, un mediocampista de contención, quien descomprimió la presión con un cabezazo en una jugada de táctica fija luego de que ninguno de sus referentes marcara diferencia, al 45.

Echada hacia adelante, Jamaica escenificó una nueva demostración de músculo a pesar del empate. Un remate al poste de Damion Lowe y una exquisita definición de Nicholson, que Romo sacó sobre la lí-nea del arco, sacudieron los planes de Martino. Los mejores ataques surgieron de Diego Lainez y Luis Chávez, obligando al guardameta Blake a ensuciarse los guantes.

Una intensa lluvia, que creó charcos en varias zonas del campo, aceleró el ritmo de juego en los minutos finales, pero permitió menos oportunidades. Tras el triunfo ante Surinam, el conjunto mexicano llegó a cuatro puntos en la Liga de Naciones de la Concacaf, uno me-nos que Jamaica.