Potenciarla siembra de maíz en el sur-sureste, plan que causa inquietud
Miércoles 6 de julio de 2022, p. 21
Un par de organismos privados firmó una alianza para potenciar
la producción de maíz tanto amarillo como blanco en el sur-sureste del país, ante los niveles deficitarios que tiene México, un anuncio que despertó dudas entre especialistas sobre los efectos de la medida.
Este jueves, la Cámara Nacional del Maíz Industrializado (Canami) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt) presentan el plan que busca hacer frente al déficit en la producción del grano, a raíz de que la cosecha nacional no es suficiente para satisfacer la demanda de la población, lo que obliga a importar, principalmente de Estados Unidos.
La Canami y el Cimmyt pondrán en práctica una estrategia para aumentar el rendimiento de los campos de maíz en la región, pues mientras ahí se producen 2.1 toneladas por hectárea, en Sinaloa se llega a 11 toneladas, detallaron.
En México necesitamos 18 millones de toneladas de maíz amarillo adicionales a la producción actual de 27 millones de toneladas, para cubrir las necesidades que requiere el país hoy en día
, señaló Marcela Martínez Pichardo, presidenta de la Canami.
Para Ana de Ita, directora general del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano, lo que ambos organismo pretenden con esta iniciativa es impulsar la siembra de maíz, principalmente en la península de Yucatán para aprovechar el agua que hay en abundancia en el sur-sureste mexicano y la futura infraestructura que promueve el Tren Maya.
Critican especialistas el modelo propuesto
No obstante, advirtió, este anuncio es “bastante preocupante porque puede deforestar aún más la selva, como ha pasado en los últimos años en Campeche como consecuencia de la siembra de soya transgénica.
Los dos organismo planean un modelo de infraestructura industrial que modernice y permita la producción de un mayor número de toneladas, pero aunque sería bueno avanzar en la autosuficiencia alimentaria, hay que ver el costo que tiene el modelo que piensan impulsar, incluidos los transgénicos para el maíz, y semillas mejoradas
, apuntó la especialista.
Añadió que también hay que analizar si este modelo es lo que necesita el país, pues muchas veces las empresas trasnacionales instaladas en el sureste –productoras de puercos, pollo y res– son las que demandan el maíz amarillo, que no sirve para la alimentación, e incluso muchas veces se exporta, concluyó.
Martínez Pichardo destacó que el acuerdo tiene la intención de conjuntar recursos y acciones para incrementar, paulatinamente, la producción de dicho grano en 3, 5 y 10 años, en los ciclos primavera-verano y otoño-invierno, para aprovechar la disponibilidad de agua en la región.
En el directorio de la Canami aparecen empresas como Maseca, Minsa, Kellogg’s, Sabritas, Barcel, Bimbo y Monsanto, entre otras.
Larga historia
El Cimmyt es un organismo internacional de investigación científica en el sector agrícola, especializado en el desarrollo de variedades mejoradas de maíz y de trigo. Su sede global se encuentra en Texcoco, Estado de México.
Este centro se estableció en México en 1943, con recursos tanto del gobierno federal mexicano como de la Fundación Rockefeller.
A lo largo de las décadas el Cimmyt ha promovido y desarrollado tecnología en favor de organismos genéticamente modificados, enfocándose en el maíz y el trigo, aunque el científico estadunidense que lo fundó en México, Norman Borlaug, gano el Premio Nobel de la Paz, el organismo ha sido señalado de impulsar maíz transgénico y de no tomar en cuenta las necesidades de los campesinos.
Los mayores donantes de este centro son la Fundación Bill & Melinda Gates, el Banco Mundial, EU, Suiza, la Comisión Europea, la Fundación Rockefeller y Japón.