Entre el 19 de mayo y el 23 de julio se confirmaron 60 casos de la viruela símica en 11 estados de la República. Más de la mitad están en la Ciudad de México (35) y le sigue Jalisco, con 12, informó la Secretaría de Salud (Ssa) en el primer reporte oficial sobre el tema, el cual será difundido por la dependencia cada semana.

Las entidades donde también se han confirmado infectados son el estado de México (2), Nuevo León (2), Veracruz (2), Baja California (1), Colima (1), Oaxaca (1), Quintana Roo (1), Sinaloa (1), Tabasco (1), además de un individuo que ya está en Estados Unidos y que antes anduvo en Jalisco.

Después del primer paciente infectado transcurrieron 11 días antes de que se presentara el segundo y de ahí en adelante se han sumado entre uno y tres. Ha habido días sin ningún enfermo.

Sólo el 9 de julio se confirmaron cuatro personas afectadas y el más reciente fue el 21 de julio, de acuerdo con el informe oficial.

Con respecto al panorama internacional, la Ssa indicó que del 1º de enero al 21 de julio se han presentado casos de viruela símica en 74 países, territorios y áreas del mundo, con 15 mil 328 enfermos confirmados y cinco defunciones.

La mayoría (11 mil 638) han sido en Europa, 3 mil 316 en América, 301 en África, 53 en la zona del Pacífico Occidental, 18 en el Mediterráneo Oriental y 2 en Asia sudoriental.

El pasado sábado la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a la viruela símica como emergencia de salud pública de importancia internacional, con recomendaciones para los países miembros.

La tarde de ese día, la Ssa amplió las medidas de prevención, vigilancia y control de la enfermedad.

También resaltó que en México no es una enfermedad endémica, por lo que la transmisión es principalmente por contacto estrecho (incluidas las relaciones sexuales) con personas infectadas durante su periodo de contagio o por medio de objetos contaminados (ropa, utensilios de cama, toallas y otros).

Después de la exposición al virus transcurren de siete a 14 días antes de que se presenten síntomas: fiebre de inicio repentino de 38 grados o más, dolor de cabeza, fatiga y debilidad, dolores musculares, inflamación de los ganglios linfáticos, erupciones que aparecen primero en la cara, las manos y posteriormente se extienden al resto del cuerpo.