Sábado 30 de julio de 2022, p. 24
Quebec. El papa Francisco criticó duramente ayer a los misioneros católicos que apoyaron políticas opresivas e injustas
contra los pueblos indígenas y prometió buscar la verdad y la reparación, al poner fin a su peregrinación
por Canadá, en un encuentro con delegaciones nativas y una visita a territorio inuit en Nunavut, en el extremo norte del país.
Francisco recibió a víctimas de los internados del este de Canadá en la residencia del arzobispo en la ciudad de Quebec para reiterar sus disculpas por los abusos sufridos en esas instituciones.
Desde fines del siglo XIX hasta la década de 1970, más de 150 mil niños indígenas fueron sustraídos por la fuerza de sus hogares y enviados a internados dirigidos por la Iglesia católica a fin de separarlos de sus culturas y asimilarlos en la sociedad cristiana canadiense.
El gobierno de Canadá ha dicho que en las escuelas reinaban los abusos físicos y sexuales. Francisco hizo un llamado antier a un combate irreversible en contra de los abusos sexuales cometidos contra menores y personas vulnerables
, sin mencionar de forma directa los perpetrados en los internados
El pontífice espera que su gira por Canadá para pedir perdón ayudará a la reconciliación de la Iglesia católica con los pueblos indígenas y prometió seguir el camino de las reparaciones.
Francisco habló ayer a las delegaciones para expresarles el dolor que lleva por el mal que no pocos católicos les causaron, apoyando políticas opresivas e injustas
.
Sus ofertas de disculpas recibieron respuestas diversas: algunas víctimas las recibieron de bien, pero otras dicen que se debe hacer mucho más para obtener justicia.
El Papa, quien en este viaje se ha visto obligado a andar en silla de ruedas debido al dolor en los ligamentos de sus rodillas, declaró: he venido como peregrino, con mis limitadas posibilidades físicas, para dar nuevos pasos adelante con ustedes y para ustedes; para que se prosiga en la búsqueda de la verdad, para que se progrese en la promoción de caminos de sanación y reconciliación, para que se siga sembrando esperanza en las futuras generaciones de indígenas y no indígenas, que desean vivir juntos fraternalmente, en armonía
.
Finalmente, el jefe de la Iglesia católica visitó a Iqaluit, capital de Nunavut, donde se reunió con inuits sobrevivientes de escuelas residenciales en una primaria en Iqualit, a quienes también pidió perdón.