El popular boxeador estadunidense Ryan García ha hecho del escándalo en redes sociales su estrategia de comunicación, en Instagram tiene 9 millones de seguidores. Confronta y minimiza lo mismo a posibles rivales, que a ex compañeros como Canelo Álvarez y organismos de boxeo.

Uno de sus posibles rivales, el mexicano Isaac Pitbull Cruz, ha dicho que su estrategia es generar ruido y esconderse. Otros, como el entrenador Ignacio Beristáin, lo consideran un peleador bien dotado, que hará una carrera brillante.

“Ryan utiliza las redes con intensidad y como muchos usuarios dice cosas que generan polémica y les re-ditúa en clicks, pero no los convierte en peleadores de elite”, dice Mauricio Sulaimán, presidente del CMB.

Tras calentar la esperada pelea contra el campeón de AMB en peso ligero, Gervonta Davies, hoy no parece probable. Mientras, Ryan sigue en boca de todos en este negocio.

Hace unos días, para ejemplificar su popularidad sin tener títulos, García señaló que los cinturones de campeones no tienen valor alguno.

Polemizar puede traer muchas vistas, pero también problemas. Ryan debe entender que tener millones de seguidores no es lo mismo que un campeonato, aquello es producto de la exposición, el título del sacrificio y la búsqueda de gloria.

Incluso ex peleadores como Floyd Mayweather le han sugerido mesura y respeto. El ex púgil, quien ha criticado en varias ocasiones al Canelo Álvarez, salió en su defensa y dijo que Ryan, antes de compararse con el mexicano primero necesita alcanzar al menos un cinturón.