Miércoles 10 de agosto de 2022, p. 11
Son las 5:57 de la mañana. Un seco buenos días presidencial en la sala General Ignacio Zaragoza del Palacio Nacional rompe el relajamiento de su gabinete para dar paso a la rutina sexenal de evaluar al país antes del amanecer. Una patente del estilo personal de gobernar del mandatario.
El sitio se torna solemne con su llegada. Inexpresivo a esa hora, Andrés Manuel López Obrador dista en la reunión de ser el prolífico orador de su versión pública que despliega en sus conferencias. Sólo escucha el parte de asesinatos que le rinde la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, un resumen del drama diario de la nación:
81 homicidios, 52 por ciento en cinco entidades, Baja California 11, ocho en Guanajuato, 10 en el estado de México, siete en Michoacán y seis en Guerrero... 52 por ciento relacionados con el crimen organizado
, resume Rodríguez, quien delega en el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, el reporte de los casos relevantes.
Una veintena de altos funcionarios congregados en una larga mesa oval, todos sin cubrebocas, escuchan al general: “en Chihuahua se continúa con las acciones para detener a El Chueco, quien asesinó a los párrocos (jesuitas); se detuvo a Gilberto Portillo, (a) El Chaquira, primo de El Chueco. Se le ubicó en flagrancia con 220 kilos de metanfetaminas con valor de 1.7 millones de pesos y un arma larga”.
Es la primera de varias intervenciones del general, reflejo de la proliferación de tareas bajo la responsabilidad de la estructura castrense. Sandoval pasa de El Chaquira a comunicar el saldo de un operativo militar a partir de un trabajo de inteligencia que permitió asestar un golpe al cártel del Golfo “con un decomiso de casi una tonelada de mariguana; 250 cargadores y 2 mil cartuchos calibre 50, que es el que utiliza el crimen organizado…”
Reunión de gabinete insólitamente abierta ayer a algunos medios de comunicación para atestiguar la dinámica gubernamental en estos encuentros motivo de la reivindicación presidencial recurrente como muestra de la atención a la seguridad desde antes de que de salga el sol. Reunión que sirve también para definir los términos de la inmediata conferencia mañanera.
Sandoval no para de hablar: describe los avances en las acciones del gobierno federal para garantizar el suministro de agua en Nuevo León a través del Plan DN-III y ofrece hasta el reporte sobre las complejas tareas que se desarrollan para apagar el fuego de cuatro tanques de combustible en Cuba, pormenorizando la solidaridad mexicana con la isla a la que se enviaron 41 mil 800 litros de espuma, 282 rollos de mangueras, 500 kilogramos de víveres...
López Obrador encabezó la reunión prácticamente en silencio. Sólo observó el reporte que ofreció el director del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, Adelfo Regino.
A las 6:48 concluye la reunión de gabinete de seguridad, el mandatario se encamina al Salón Tesorería aún en la penumbra de la noche. El estruendo de una corneta militar rompe el silencio: son los honores para la investidura presidencial.
Cruza luego los pasillos de Palacio Nacional. Comienza otra jornada.