Viernes 12 de agosto de 2022, p. 3
Hanoi. Resultó inevitable: Gabriel García Márquez vino en 1979 como periodista a Vietnam y su fama de escritor lo alcanzó. La Asociación de Escritores de Vietnam lo invitó a charlar con sus socios y Gabo aceptó gustoso; no estábamos preparados para recibir a ese gigante de la literatura, no sólo de Colombia, sino del mundo; por ello fue un gran honor que aceptara
, asienta el actual presidente de la agrupación (2021-2025), Nguyen Quang Thieu.
Gigante, porque el genio de García Márquez liberó la mente y las ideas de literatos vietnamitas; su influencia es incontestable, pues dio tremendo vuelco a la literatura no solamente en Vietnam, sino a escala mundial
.
Con evidente entusiasmo, Thieu y el vicepresidente de la asociación, Tran Dang Khoa, regresan a tiempos de su juventud para recontar el suceso, digamos que privado, del cual los momentos de la traducción servían para grabarse en la memoria su figura y sus palabras, dado que las fotos no estuvieron, entonces, permitidas.
Verdad sea dicha, hace casi 40 años, en diciembre de 1982, Gabo recibió el Premio Nobel de Literatura, y este año se cumplen 55 de la publicación de la obra Cien años de soledad, que acuñó el término literario realismo mágico
; ese recuerdo me trajo a aquél de su visita, casi de incógnito, a Vietnam, de julio a agosto de 1979, la cual incluyó un par de encuentros con literatos que ya no están para contarlo, pero otros mucho más jóvenes sí, como Thieu y Khoa.
No es que sean empalagosos, sino pura verdad
, que califiquen al realismo mágico de García Márquez como el instrumento más fuerte que hay para abrir las ideas de los escritores y de su imaginación; el colombiano abrió un nuevo camino para la literatura del siglo XXI y sus creadores
, asegura el presidente durante la charla.
No conozco ningún otro escritor que haya dado tal vuelco en la literatura mundial e influenciado a sinfín de escritores
como hizo y sigue haciendo, no sólo en literatura, sino en poesía y pintura, donde el realismo mágico es el bastión –él mismo es poeta y pintor. Añade: “Confirmo que la obra de Gabo nutre a escritores para expandir y expresar sus ideas e imaginación con sus propias palabras, y así las historias mágicas de pueblos y aldeas con características del Macondo de Cien años de soledad, que abundan en Vietnam, pudieron ser escritas y descritas con base en ese fenómeno literario.”
Abrió mentes
Volcado a prisa sobre su plática, Thieu asegura: Los escritores vietnamitas nada más necesitaron que llegara el colombiano para que su mente se abriera al Vietnam mágico que es nuestro país
.
Es más, dice entre risas, “si Gabo tuviera una nueva vida debería nacer en Vietnam y podría tener su mágico realismo vietnamita; hasta podría expandir su realismo con la magia vietnamita”.
Precisamente en esta hermosa casona en la calle de Nguyen Du, de estilo colonial vietnamita francés, sede de la Asociación de Escritores de Vietnam desde su fundación, en 1957, un selecto grupo de una treintena de escritores y escritoras recibió a García Márquez con entusiasmo y curiosidad al mismo tiempo, porque bien que sabían que el escritor, como otros personajes latinoamericanos, apoyaron fuertemente la lucha de Vietnam, pero les motivaba saber de su fantástica literatura. Fueron pocos tanto porque en ese tiempo los directivos tenían que compartir al gobierno la lista de quienes participarían, sí, para su aprobación, conceden entre risas, pero también porque al fin de la guerra era muy difícil reunirse con extranjeros como hacen ahora.
Además, “García Márquez, al aceptar la invitación, nos pidió no publicar nada sobre esta reunión mientras estuviera en el país y ni siquiera a su regreso en México, sino hasta que su reportaje periodístico irrumpiera en el mundo de la información, lo que ocurrió en diciembre de ese año con el título Vietnam desde dentro”.
Otra verdad: en el país del Tío Ho Chi Minh muy pocos escritores conocían a cabalidad la obra de Gabo, salvo aquellos con estudios y estancias en Cuba por aquella época; Cien años de soledad hizo furor luego de que García Márquez recibó el Nobel de Literatura, lo que propició su traducción, que disparó la influencia. Desde entonces, la traducción al vietnamita de sus libros se convirtió en tarea sistemática; “es el top writer, pues tiene todos sus libros y escritos traducidos a nuestro idioma”, afirma Thieu.
Tradurcirlo, una tarea mamutesca, sin duda. El periodista Pham Dinh Loi, en plática anterior contó la decisión del escritor Nguyen Trung Duc de traducir Cien años de soledad a tres manos junto con Loi y Nguyen Quoc Dung, luego del Nobel de Literatura. Tres años invirtieron en ello para ver la publicación en 1986 por la editorial Nhà Xuât ban sách văn hoc.
En Vietnam se tiene un antes y un después de la visita de García Márquez hace 43 años; antes, los escritores sólo describían la vida del campo, la vida popular, pero no interesaba; después de 1979, más concretamente después de 1986, con Cien años de soledad traducida como Trăm năm cô don muchos quisieron ser el García Márquez vietnamita, mas no resultó, pues ese nuevo mundo literario que creó le era propio. Nadie puede igualar su magia, interviene Khoa, poeta famoso desde su niñez, editor en jefe de la revista Writers in Life, quien retrae el pasaje incomparable
de Remedios La Bella, la niña desnuda que se elevó a los cielos en medio de sábanas; un escritor del que omitió el nombre, quiso copiarlo, pero nada de mágico resultó
.
Se percibe su espíritu
Thieu asegura que es muy fácil ver las copias en los libros que reciben de autores jóvenes, los lee y dice: copia de García Márquez
, una y otra vez, sin diferencia de género, escritoras y escritores le entran al realismo mágico sin amedrentarse, aunque saben que lo hacen por influencia.
En reciente encuentro literario, uno del más de centenar de autores que participó, contó que colecciona todas las obras y escritos de García Márquez y lo estudia, aprende, piensa y escribe, así que confirmó que su influencia sigue fuerte y viva. Y aun si no me lo dijeran, lo veo, pues al leer las obras percibo su espíritu
. Un joven escritor presentó una que es casi la historia de Memorias de mis putas tristes. “Es tan primordial el realismo mágico de Gabo, que es muy difícil escapar”, y si el autor escribe algo incomprensible se le dice: ‘Estás copiando a Gabriel García Márquez’.
Del encuentro muchos escritores han tenido como fuerte trasfondo la influencia neta del realismo mágico de García Márquez, como la autora Nguyen Hon Tuc en su libro Sông (Rivers), y el escritor Nguyen Binh Phuong en Xe lên xe xuong (Car up and down), según cita Loi.
Gabo tuvo otro encuentro en agosto de 1979 con los directivos de la revista Literatura y Arte, Dao Vu, editor en jefe del periódico Van Nghe, y la escritora Nguyen Thi Ngoc Tu, en la casa de huéspedes especiales del gobierno donde el autor y su familia tuvieron residencia durante su periplo por Vietnam, y del cual resultó el reportaje Vietnam por dentro.
El presidente y el vicepresidente de la Asociación de Escritores de Vietnam han recuperado los testimonios de ese excepcional encuentro con literatos ya desaparecidos, por lo que son la memoria de los pasos del escritor mundial por el pais mágico de Vietnam.
(Gracias a Quynh Nguyen, facilitadora de los encuentros y a Vu Dai Phuong, por el apoyo en la traducción.)