Martes 23 de agosto de 2022, p. 29
Monterrey, NL., La sequía que azota a Nuevo León ha provocado una disminución de entre 25 y 30 por ciento del hato ganadero en la entidad, y de no llover en breve, podría llegar a 50 por ciento para finales del año, por lo cual algunos productores están malbaratando
sus animales.
Manuel García González, presidente de la Asociación Mexicana de Criadores de Ganado Simmental Simbrah, informó que dicho fenómeno meteorológico, aunado a la presión inflacionaria, golpea a un sector que apenas se estaba recuperando de la pandemia de covid-19.
En territorio nuevoleonés, según el censo de 2015, había alrededor de 470 mil cabezas de ganado bovino, más de medio millón de caprinos y unos 220 mil porcinos.
De acuerdo con la Unión Regional Ganadera de Nuevo León, en la entidad hay 620 mil vacas, de las que al año nacen en promedio 320 mil becerros; sin embargo, la sequía ha venido reduciendo el hato reproductivo.
La escasez de precipitaciones pluviales ha mermado la producción de granos y pasto; el monte o pastizal está en condiciones deplorables
a causa del estiaje. No hay forraje ni arbustos para que los animales se alimenten.
Una vaca o toro adulto consumen en promedio 70 litros de agua diarios; si un productor tiene mil cabezas, estamos hablando de un consumo de 70 mil litros diarios
, señaló la organización.
Para la catedrática Rocío Gómez-Tagle Rangel, de la Universidad de Monterrey, de persistir la sequía, podría causar escasez de leche y carne, entre otros alimentos.
Al no haber agua, no hay leche, y al no haber alimento el ganado estará menos gordo y con menos carne. Es una situación crítica
, alertó.