Miércoles 24 de agosto de 2022, p. 27
Ciudad del Vaticano. El papa Francisco tomó medidas ayer para eliminar el margen de maniobra de departamentos del Vaticano con la imposición de controles financieros más estrictos, y estableció un plazo para que se cierren las carteras de inversión en bancos extranjeros, incluidos los de Italia.
El Papa argentino emitió un documento conocido como Rescriptum o Rescritura, en el que deja claro que todas las inversiones de todos los departamentos tendrían que pasar por el banco del Vaticano bajo las nuevas reglas que entran en vigor el 1º de septiembre.
La ampliación del papel del banco es uno de los puntos claves de la política de centralización anunciada el mes pasado, que despoja a todos los departamentos del Vaticano de la capacidad de invertir sus fondos de forma independiente.
Esta práctica permitió a la Secretaría de Estado invertir directamente en un edificio de Londres que está en el centro de un juicio por corrupción. El fallido negocio supuso la pérdida de unos 139.17 millones de dólares. Todos los acusados han negado haber actuado mal.
El documento papal aclaró que no había excepciones a la regla sobre el papel central del Banco Vaticano, conocido oficialmente como Instituto para las Obras de Religión (IOR), tal como estipula un artículo de la nueva constitución del Vaticano, publicada el 19 de marzo.
En julio, el Vaticano emitió una nueva política general de inversiones para garantizar que fueran éticas, ecológicas y de bajo riesgo, y evitaran las industrias armamentísticas o los sectores sanitarios ligados con el aborto, la anticoncepción o las células madre embrionarias.
La política ordenó a los departamentos del Vaticano cerrar sus cuentas de inversión o participaciones en bancos extranjeros, incluso en Italia, y las transfirieran al IOR, que será supervisado por un departamento llamado Administración del Patrimonio de la Santa Sede.
En el documento, Jorge Mario Bergoglio fijó el 1º de octubre como fecha límite para completar las transferencias, e indicó que algunos departamentos se estaban demorando. Las inversiones financieras del Vaticano, excluyendo los bienes inmuebles, se estiman en alrededor de 2 mil millones de euros.