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Saúl Chacón: 60 años de militancia popular
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n 1959 comenzó en la región de Ciudad Madera el movimiento por la repartición de Bavícora y Bosques de Chihuahua. Millón y medio de hectáreas acaparadas por dos latifundistas, el primero en manos de Randolph Hearst, magnate del periodismo estadunidense, el segundo en poder del Grupo Chihuahua, de Eloy Vallina.

En noviembre de 1960 cientos de agraristas bajaron en caravana desde la sierra de Ciudad Madera a la capital del estado con la intención de entrevistarse con el presidente López Mateos. Llegaron el día 19 durante la noche, la gente solidaria les llevó pan, café con leche, tortillas de harina y frijoles.

En la mañana del día 20 recorrieron las calles del centro; hacía muchos años que no se veía en la capital una protesta de campesinos, no llevaban pancartas o mantas con mensajes, salvo una al frente, con la pregunta ¿Cuál Revolución se está celebrando? Se instalaron en la Plaza de Armas, esperando que el presidente saliera del Hilton. Solicitaron audiencia, pero los del Estado Mayor Presidencial los rechazaron una y otra vez; entonces se arremolinaron a las puertas del hotel, impidiendo la salida del mandatario. Al mismo tiempo, micrófono en mano, el joven estudiante Saúl Chacón exigía desde la plataforma de un camión que se les escuchara. Finalmente, el general del Estado Mayor informó que el presidente recibiría a una comisión. Después de escuchar las demandas el mandatario les dio la razón y prometió que se resolverían todos los problemas.

Los campesinos se regresaron a la sierra, esperando que el presidente cumpliera sus promesas. La solidaridad del pueblo de Chihuahua les había fortalecido. Los más optimistas eran los jóvenes, quienes por primera habían vivido la experiencia de la lucha popular junto con los jóvenes de la ciudad. Ese 20 de noviembre, los Gaytán y los Scobell se hicieron compañeros de los Gámiz, los Gómez, los Rodríguez Ford, y con decenas de estudiantes normalistas, hombres y mujeres que en los años siguientes apoyaron primero la lucha por la tierra y después protagonizaron los levantamientos armados de los años 1964 y 1965.

Entre los normalistas se distinguieron Saúl Chacón y Eva Salazar, quienes estuvieron presentes en todas las actividades de esos días y en los años siguientes.

En 1960, cuando se iniciaron juntos en la lucha, Eva tenía 21 años, originaria del Distrito Federal, Saúl había cumplido 20, y había nacido en el pueblo minero de San Francisco del Oro. Se casaron el 13 de febrero de 1963, en los días de las invasiones de tierras. Los compañeros de lucha les organizaron una celebración, a la que asistieron 13 compañeros: Álvaro Ríos, que fue el padrino, los hermanos Rodríguez Ford, Martha Prado, Arturo Gámiz, Miguel Moreno y otros dirigentes de Camargo y Delicias.

Después de 1963, cuando el gobierno aplicó la represión cerrando los cauces legales en el problema agrario, Saúl y Eva participaron juntos en la formación del Grupo Popular Guerrillero. A Saúl lo encarcelaron en varias ocasiones, entre otras el 2 de septiembre de ese año, cuando los estudiantes tomaron el Departamento Agrario. El 6 de abril de 1964 fue acusado de incendiar el templete del entonces candidato a la Presidencia de la República Gustavo Díaz Ordaz. Ese mismo año Saúl y Eva se encargaron de transportar armas y parque entre simpatizantes del movimiento, cuando se iniciaron los preparativos para la lucha armada.

No obstante su compromiso y decisión revolucionaria, Saúl Chacón no estuvo presente el 23 de septiembre de 1965 en el asalto al cuartel de Ciudad Madera. A causa de la persecución contra los sobrevivientes, Saúl y Eva decidieron emigrar a la Ciudad de México, donde se incorporaron a diversas organizaciones, sin perder nunca el contacto con Salvador Gaytán, otro de los sobrevivientes perseguidos.

A finales de las década de 1970, Eva y Saúl encabezaron la lucha de los colonos de Chimalhuacán, en la época de los grandes fraccionamientos que ofrecían servicios de agua y luz que no se cumplían. Se organizaron colonos de siete fraccionamientos y formaron comités para exigir los servicios. De Chimalhuacán la lucha se extendió a Texcoco y luego hasta Netzahualcóyotl y enfrentaron al gobernador Alfredo del Mazo. En 1982 Saúl fue señalado como líder del movimiento; lo aprehendieron, lo enjuiciaron y lo condenaron a 30 años de cárcel. Eva y sus compañeros de organización nunca dejaron de exigir su libertad. Salió libre en 1994 y continuó en la actividad popular, nunca dejó de luchar.

En los años siguientes fue reconocido en las principales organizaciones populares del estado de México y de la capital por su incansable activismo en la lucha social.

Lo entrevisté en 2018 y vi cómo los años de cárcel habían minado su salud; estaba afectado de los riñones, era diabético y casi había perdido la vista. El pasado 21 de agosto murió el combatiente de toda la vida, teniendo a su lado hasta el último momento a Eva Salazar, su inseparable compañera.

* Historiador. Autor del libro Madera rebelde: Movimiento agrario y guerrilla (1965-1965)