Lunes 29 de agosto de 2022, p. 25
L’aquila. El papa Francisco, quien ha dicho a menudo que podría dimitir si la mala salud le impide dirigir la Iglesia católica, elogió ayer la humildad de uno de los pocos papas de la historia que han dimitido de forma voluntaria en lugar de gobernar de por vida. L’Aquila, ciudad del centro de Italia que Francisco visitó brevemente, es donde está enterrado Celestino V, quien renunció al papado en 1294 después de sólo cinco meses para volver a su vida de ermitaño, con lo que estableció una prerrogativa papal. Benedicto XVI, que en 2013 se convirtió en el primer pontífice en unos 600 años en renunciar, visitó L’Aquila cuatro años antes de dimitir. En el pasado, Francisco también elogió el valor de Benedicto. En entrevista concedida a Reuters el mes pasado, Francisco, de 85 años, se rió de la idea de renunciar, y dijo: nunca se me había ocurrido
, aunque dejó abierta la posibilidad de hacerlo por motivos de salud en un futuro lejano.