espués de la presentación de los 20 puntos que el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó en su cuarto Informe de gobierno, surgen comentarios de inconformidad en las redes sociales como ya es costumbre. Seleccionamos uno de éstos, adversos a las acciones del mandatario, el cual refleja la falta de entendimiento por parte de un sector amplio de la población que no percibe en toda su dimensión lo que significa la soberanía nacional.
La recaudación es uno de los pasos de la Federación que genera un apoyo económico seguro para sostener los programas sociales diseñados para disminuir la pobreza y aumentar la participación de toda la población en la reconstrucción de la economía a favor de las necesidades internas. Sobre todo, porque ya hemos visto que no contamos con la solidaridad hacia el pueblo por parte del sector empresarial nacional.
El precio de los productos alimenticios industrializados los han subido hasta en 300 por ciento. Los medicamentos, los uniformes y los útiles escolares, también los han encarecido de forma desproporcionada.
No respetar la medida de contener el alza de los precios es una acción prácticamente de conspiración, que trata de devaluar los diversos programas sociales del gobierno, especialmente los dirigidos a la población más vulnerable. Con la pensión para los adultos mayores, por ejemplo, la alimentación y la compra de medicamentos se resuelve modestamente, pero lo importante es que se cuenta con un apoyo que para muchos resulta determinante. Sin embargo, con el encarecimiento desmedido de los productos, el beneficio de la tarjeta del Bienestar no se percibe, pues vuelve a bajar el poder de compra.
Ésta es una crítica recurrente entre los mensajes en redes sociales, que sacan de contexto el fenómeno económico de la inflación. Como si en el mundo no existiera la guerra de precios, la de hidrocarburos, los asedios comerciales y todo aquello que desequilibra la subsistencia de la gente.
Dentro de los 20 puntos del cuarto Informe presidencial, el primero queda señalado entre las prioridades que han justificado la larga lucha social de López Obrador: neutralizar la corrupción en todos los niveles de gobierno y de la sociedad en su conjunto. El deterioro de los principios civiles que exigen mantenerse al margen de esta práctica nociva ha ido ganando espacio en todos los rubros de la estructura del Estado.
Otra de las observaciones de buena fe
al gobierno es la inversión en empresas sin resultados en el corto plazo. La construcción del Tren Maya, la del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la compra de trenes para el Sistema de Transporte Colectivo Metro, el Corredor Transístmico, los mil millones de dólares para rehabilitar las presas hidroeléctricas, son calificadas de inversión inútil. Y sigue la lista larga de críticas sin ser respaldadas por alguna propuesta viable.
La empresa LitioMx, recientemente creada, no se ha salvado de las reclamaciones. Sin fundamentos, se responsabiliza al presidente López Obrador de hacer otro gasto inútil, pues de esta empresa, dicen, tampoco tendremos resultados positivos en corto tiempo. Sin embargo, hablar de corto plazo es relativo, pues las inversiones se realizan para resolver problemas actuales y futuros. Es difícil asegurar que si no tenemos resultados positivos al día siguiente la inversión no es conveniente.
El litio es un químico apreciado en todo el mundo por sus características como medio accesible para la producción de energía limpia, pues tiene una larga vida de uso y existen grandes yacimientos en varios lugares de México, accesibles para la extracción, y ello avala la inversión. Esto no quiere decir que no existan otros metales o químicos idóneos para generar electricidad, sino que ahora tenemos la oportunidad de utilizar este recurso natural.
Por esa razón, y después de analizar las circunstancias bajo las que dos empresas extranjeras extraían el litio de un yacimiento en el estado de Sonora, el gobierno federal publicó en el Diario Oficial de la Federación la creación de la empresa LitioMx, un organismo público descentralizado, coordinado por la Secretaría de Energía, cuyo objetivo primordial es la exploración, explotación y aprovechamiento del litio ubicado en territorio nacional, así como la administración y control de las cadenas de valor económico de dicho mineral en beneficio de la población
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El argumento del pensamiento oligárquico es que ninguno de los proyectos del gobierno ha dado resultado. Ni la refinería Olmeca ni la nueva empresa minera, tampoco el rescate de Pemex, la CFE o la inversión en programas sociales y al mismo tiempo ambientales, como es el caso de Sembrando Vida.
Se invierte para prevenir, para resguardar la economía nacional y para consolidar los esfuerzos por recuperar la soberanía energética, sin la cual, seguiríamos siendo una colonia de las empresas extranjeras y víctimas de las privadas nacionales.
Twitter: @AntonioGershenson