Miércoles 7 de septiembre de 2022, p. 6
Uno de los peores momentos en la vida de la escritora, fotógrafa y feminista estadunidense Margaret Randall (1936) fue la noche que velaron a la heroína cubana Haydée Santamaría (1923-1980). Randall, quien llevaba algún tiempo viviendo en La Habana, trabajaba en el cuarto oscuro de su departamento con algunos amigos cuando le notificaron del suicidio de la ex guerrillera, directora de Casa de las Américas y amiga suya, cuyos restos eran velados en una funeraria conocida.
Éramos 3 mil personas y todas en silencio. Sentí entonces que tenía que escribir su historia
, expresó Randall en la presentación de Traspasar los límites: Haydée Santamaría (Ediciones Moneda), en la librería Rosario Castellanos. El libro fue publicado en inglés por la Universidad Duke, en 2015. Cuando sus intentos por editarlo en Cuba, en español, no fructificaron, buscó una editorial latinoamericana y encontró a la chilena Ediciones Moneda, ahora con sede en Monterrey.
Randall conoció a Santamaría en su primer viaje a Cuba en enero de 1967, cuyo fin era asistir a un encuentro en torno a la figura de Rubén Darío, que organizaba Casa de las Américas. Haydée hacía de la institución cultural una pequeña isla. La revolución es una cosa, son los asuntos de Estado, la diplomacia, etcétera; sin embargo, Casa de las Américas podía darse el lujo de ser un lugar de discrepancias y discusiones. Muchos intelectuales de todo el mundo se acercaban a la revolución por Casa y Haydée
.
Mujer de mente ágil y tremendo sentido del humor, Santamaría también tenía una profunda tristeza porque a raíz del asalto al cuartel Moncada perdió a su hermano Abel y su novio, que murieron en la tortura. Para Randall, “a raíz de ese momento Haydée hubiera querido morir. Decía cosas como ‘tengo que quedarme con vida porque tengo que sacar mis obras de la cárcel, reproducir y distribuirlas’”.
Con el triunfo de la revolución cubana, después de una corta estancia en el Ministerio de Educación, Fidel Castro le encomendó fundar Casa de las Américas. Cuando Randall hizo el trabajo de campo
para el libro, tuvo la oportunidad de leer las cartas que Santamaría escribió a artistas, intelectuales y escritores de todo el mundo. De una escritura muy rudimentaria, pronto su estilo cambió y se pulió. Era una mujer con una sorprendente capacidad para aprender
, aseguró la autora.
El escritor Paco Ignacio Taibo II recordó que conforme avanzaba en la búsqueda de la ruta del Che, para la biografía Ernesto Guevara, también conocido como el Che (1996), me tropezaba con dos figuras claves: Haydée Santamaría y la también revolucionaria Celia Sánchez, que estaban desvalorizadas de cierta manera
.
Para el director del Fondo de Cultura Económica, Traspasar los límites, aparte de no ignorar esa situación
, refocaliza la figura de Santamaría no sólo por su participación definitiva en el proceso y el triunfo de la revolución cubana, sino en la decisión de volverla cabeza del proyecto cultural Casa de las Américas, que estuvo dominada por la visión no sectaria de Haydée
.