En México, al menos tres de cada 10 trabajadores practica la llamada renuncia silenciosa, que consiste en reducir su rendimiento al mínimo esfuerzo en su empleo para disminuir el estrés y cuidar su salud mental.

Sueldos bajos, mal liderazgo y falta de reconocimiento son factores que podrían orillar a los empleados a esta práctica, de acuerdo con la plataforma de reclutamiento OCC Mundial.

La renuncia silenciosa o quiet quitting –término que tuvo su origen en redes sociales– es una respuesta al agotamiento de los empleados a causa de la pandemia de covid-19. El trabajador no busca renunciar, sino que realiza lo mínimo indispensable en el empleo y deja fuera todo aquello por lo que no le pagan.

En México el agotamiento laboral afecta a más de 40 por ciento de los trabajadores y es considerado un problema de salud pública. De acuerdo con el Termómetro Laboral de OCC Mundial, 34 por ciento de los encuestados mencionó que la salud mental y la vida personal son factores que los llevarían a poner en práctica la renuncia silenciosa.