Lunes 24 de octubre de 2022, p. 25
El Cairo., Al menos 220 personas murieron en dos días de choques tribales en el sur de Sudán, dijo ayer un responsable de salud, en uno de los brotes de violencia más graves de los últimos años que se sumaba a las preocupaciones de un país sumido en el conflicto civil y el caos político.
Los combates en la provincia del Nilo Azul, que hace frontera con Etiopía y Sudán del Sur, se reanudaron este mes por una disputa territorial. El conflicto enfrenta a la tribu hausa –originaria de África Occidental– con el pueblo berta.
Las tensiones aumentaron el miércoles y el jueves en la localidad Wad el-Mahi, en la frontera con Etiopía, según Fath Arrahman Bakheit, director general del Ministerio de Salud en Nilo Azul.
Las autoridades contaron al menos 220 muertos hasta antenoche, dijeron a Ap, aunque la cifra podría ser mayor porque los equipos médicos no habían podido llegar al epicentro de los enfrentamientos.
La primera caravana médica y humanitaria pudo llegar el sábado por la noche a Was el-Mahi y trataba de evaluar la situación, señaló Bakheit, lo que incluía contar esta enorme montaña de muertos
y a docenas de heridos.
En estos enfrentamientos, todo el mundo pierde. Esperemos que acabe pronto y no ocurra nunca más. Pero para lograr esto necesitamos firmes intervenciones civiles, políticas y de seguridad
, señaló.
Imágenes del lugar, que coincidían con reportes de Ap, mostraban viviendas quemadas y cuerpos calcinados. Otras mostraban a mujeres y niños que huían a pie. En los combates fueron quemadas muchas viviendas, lo que desplazó a unas 7 mil personas a la ciudad de Rusyaris.
Otros huyeron a provincias vecinas, según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. En total, 211 mil personas han sido desplazadas por la violencia tribal y otros incidentes violentos en todo el país en lo que va del año, añadió la oficina.
Las autoridades impusieron un toque de queda nocturno en Wad el-Mahi y desplegaron tropas en la zona. También formaron un comité para investigar los choques, según la agencia estatal de noticias Suna.
La violencia entre los dos grupos comenzó a mediados de julio y había dejado al menos 149 muertos para principios de octubre. Los combates desataron protestas y avivaron la tensión entre las dos tribus en Nilo Azul y otras provincias.
Estos choques se producen en un momento crítico para Sudán, apenas unos días antes del primer aniversario de un golpe militar que hundió más el país en el caos. El golpe descarriló la breve transición hacia la democracia tras las casi tres décadas de gobierno represivo de Omar al-Bashir, derrocado en abril de 2019 por un alzamiento popular.
En las últimas semanas, el ejército y el movimiento prodemocracia se habían reunido para buscar una salida. Los generales aceptaron que los civiles nombraran un primer ministro para liderar al país hasta las elecciones dentro de 24 meses, según dijo la semana pasada el movimiento prodemocracia.
Sin embargo, es probable que la violencia en Nilo Azul complique esos esfuerzos.