Lunes 28 de noviembre de 2022, p. 31
La economía mundial está entrando en una fase de bajo crecimiento, pero aún con una elevada inflación, concluyeron las Perspectivas económicas mundiales: estanflacionario, de Barclays.
De acuerdo con el equipo de análisis de la entidad financiera, Europa está a punto de entrar en una recesión impulsada por la energía; Estados Unidos se ve frenado por condiciones financieras más estrictas; el crecimiento de China sigue limitado por las políticas en contra del covid y un sector inmobiliario en crisis; y, a pesar de este entorno desafiante, algunas economías emergentes más grandes (por ejemplo, India y Brasil) podrían resistir bien.
Barclays pronosticó que el crecimiento mundial se desacelerará de 6.4 por ciento en 2021 a 3.2 por ciento en 2022 y a sólo 1.7 por ciento en 2023, con las economías de Estados Unidos y de la zona del euro el próximo año contrayéndose 0.1 por ciento y 0.8 por ciento, respectivamente, y China creciendo un modesto 3.8 por ciento.
Una demanda más débil y la disminución de las presiones en la cadena de suministro, junto con efectos de base elevados, probablemente reducirán las tasas de inflación durante 2023. Pero los analistas esperan que se mantengan muy por encima de los objetivos de 2 por ciento para finales de 2023, y la evolución incierta de los mercados laborales y las expectativas de inflación dejan incierta la trayectoria de la inflación.
Se espera que los principales bancos centrales aumenten las tasas en el primer trimestre de 2023, incluso si en incrementos más pequeños que en los meses recientes. Su determinación se pondrá a prueba en los siguientes trimestres, ya que esperamos pérdidas de producción y moderación de la inflación que multipliquen los llamamientos a una pronta flexibilización de la política. Si bien la Reserva Federal (Fed) puede estar en posición de bajar las tasas en el segundo semestre de 2023, es poco probable que ese sea el caso para el Banco Central Europeo
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El crecimiento mundial se desacelerará muy por debajo de los promedios a largo plazo, en un mundo de ajuste monetario sincronizado y discordia geopolítica, precisó Barclays.
Por su parte, el crecimiento de México mostró una ligera desaceleración en el tercer trimestre de 2022 (0.9 por ciento), en comparación con los tres trimestres anteriores. Esto está en línea con los datos marginales de la producción industrial y los informes de ventas minoristas de septiembre.
Sin embargo, este informe mostró que la economía continuó recuperándose de la pandemia y la actividad económica finalmente alcanzó los niveles previos a la pandemia. En general, el informe del tercer trimestre está en línea con el pronóstico de Barclays de que la economía mexicana crecerá 2.5 por ciento este año.
“Sin embargo, a pesar de que esperamos que el nearshoring (la transferencia de parte de la fabricación de China u otros países a México o a América Latina para capear las interrupciones de la cadena de suministro que se han producido desde la pandemia) continúe impulsando la economía mexicana, esperamos que el PIB se desacelere a 0.9 por ciento el próximo año en medio de una recesión global”.