Domingo 4 de diciembre de 2022, p. 14
El desempleo deprime más a las personas que la inflación. Dicho planteamiento es especialmente relevante en el contexto actual, cuando la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ha dado una importancia total a la lucha contra la inflación subiendo agresivamente las tasas de interés (el costo del crédito al que se financian empresas y personas).
En el estudio: ¿Qué es peor: inflación o desempleo?, Carlos Ponce, socio director de SNX, Constructores de Patrimonio, destaca que cuando las personas contestan dicha pregunta, todos identifican al desempleo como el más peligroso y dañino, por lo que prefieren pagar más por bienes y servicios.
Estar sin trabajo es una de las perores experiencias, pues aplasta el presupuesto de una familia, hace que las personas sean desalojadas, que reconsideren sus propias opciones de carrera e incluso puede llevar al crimen. Investigaciones han evidenciado que el desempleo deprime más a las personas que la inflación.
Añade que luchar contra la inflación subiendo agresivamente las tasas de interés pueden frenar a la economía, ocasionando recesión y con ella desempleo... ¡Cuidado, Fed!
y bancos centrales, recomendó.
La inflación y el desempleo generan un sentimiento de miseria, sostiene el especialista bursátil, pero no por igual
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Por poner un ejemplo, según la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) 2021, que llevó a cabo el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a cuatro de cada 10 personas en el país no les alcanza para cubrir sus gastos de la despensa, renta de vivienda, agua, luz, gas, teléfono, colegiaturas y medicamentos.
Sin embargo, el reporte reveló además que en los últimos 12 meses 14.8 por ciento de la población perdió su negocio o trabajo, y dos terceras partes de los casos no cotizaban en la seguridad social del país. En tanto, la mitad de los mexicanos vive con ansiedad y más o menos una quinta parte presenta síntomas de depresión.
Reclutamiento en México
Tan sólo durante 2022, las áreas económicas que se vieron más impactadas fueron construcción, transporte y almacenamiento. La ocupación en la industria extractiva y electricidad aumentó, así como los servicios profesionales. La población económicamente activa implicó una tasa de participación de casi 60 por ciento.
La prohibición de subcontratar a personal no especializado, conocida como la reforma del outsourcing, dejó a casi 3 millones de trabajadores en un limbo laboral en el cual ha sido lento y complicado recolocarse.
Robert Walters, consultora de reclutamiento, sostiene que al momento de realizar la búsqueda de candidatos, estos se dividen en activos y pasivos. Los activos son aquellos que están en la búsqueda de oportunidades, están al pendiente de las ofertas de trabajo y tienen sus curriculos actualizados, dejando ver que a las personas les importa tener empleo.
Alejandro Paz, country director en Robert Walters, prevé que para 2023 el mercado laboral navegará entre las preocupaciones por la recesión económica o fuerte desaceleración, lo que ocasionaría desempleo; inflación (menor poder de compra); conciliación laboral y familiar o renuncias silenciosas.