Lunes 5 de diciembre de 2022, p. 5
En medio de una crisis de la biodiversidad con la desaparición masiva de especies sin precedente y que hasta ha sido llamada la sexta extinción por especialistas, el miércoles comienza la cumbre del Convenio de Diversidad Biológica (CDB), que se aplazó desde 2020 debido a la pandemia de covid-19, y hasta ahora no hay acuerdos sobre el nuevo Marco Mundial de Biodiversidad.
Lo que está en juego en este marco es si se va a dar integrando a los actores de la biodiversidad y a las políticas públicas que la protejan o si será a través del mercado, por eso el documento está lleno de corchetes, y esto tiene que ver con la influencia corporativa, como las de transgénicos y de mercados de carbono, porque quieren sacar mercados de compensación de biodiversidad
, sostuvo Silvia Ribeiro, de Grupo ETC.
En entrevista, detalló que el Marco Mundial de Biodiversidad, que sigue a las Metas de Aichi que vencieron en 2020, tiene cuatro objetivos generales y 22 metas, con temas novedosos. En la 21 se plantea que es para garantizar la participación equitativa y efectiva de los pueblos indígenas y las comunidades locales en la toma de decisiones relacionadas con la diversidad biológica, y en la 22, donde se toca el tema de género, para asegurar el acceso y los beneficios equitativos de las mujeres y niñas de la conservación y el usos sostenible de biodiversidad
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Ribeiro agregó que esto indica que “es necesario que el CDB asegure un enfoque basado en derechos y no en el mercado, o lo que llaman ‘las partes interesadas’. Estas nuevas metas lo que hacen es reafirmar que la biodiversidad tiene actores que son las comunidades locales, indígenas y campesinas; es decir, las que conservan, protegen y promueven la biodiversidad. Son el reconocimiento de estos actores”.
De los compromisos anteriores, denominados Metas de Aichi, que terminaron su vigencia en 2020, no se cumplieron todas y la biodiversidad sigue en deterioro. La 15 conferencia de las partes (COP15) del CDB se realizará en Montreal, la sede de este organismo de Naciones Unidas, luego de la cancelación hace dos años en China. También habrá seguimiento a los protocolos de Cartagena sobre bioseguridad y de Nagoya sobre recursos genéticos.
Recordó que el CDB, que se ha caracterizado por incorporar el principio precautorio, ha establecido diversas moratorias, entre ellas a la geoingeniería para la manipulación del clima y la fertilización de los océanos. Dijo que otro punto de controversia es la estrategia llamada 3030, es decir que para 2030 el 30 por ciento de las áreas de biodiversidad deben estar protegidas, pero esto implica que el otro 70 por ciento se puede devastar.
Por su parte, María Inés Rivadeneira, coordinadora de Políticas para América Latina y el Caribe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), sostuvo que la COP15 se da en un contexto de reducción de biodiversidad de 94 por ciento de pérdida registrada desde 1970 en la región. Esto ocurre a causa de factores que generan presión y aceleran su destrucción, entre ellas el crecimiento de la actividad agrícola, el extractivismo legal e ilegal en la región, el cambio climático, así como la falta de cuidado y respeto a la biodiversidad.
Además, en la región hay conflictos socioambientales. Se caracteriza por tener altos índices de violencia, de desigualdad, débil seguridad y respuesta a esos problemas, y los defensores de la naturaleza están en un riesgo apremiante, advirtió.