La presentación en la sala Neza se repite hoy a las 12 horas
Domingo 11 de diciembre de 2022, p. a10
Un mensaje de fraternidad, paz, amor y esperanza es el que prodiga la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (Ofunam) con su tradicional Concierto navideño, que ofrece este fin de semana en la sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria).
La ocasión reúne a los músicos de la agrupación universitaria, dirigida esta vez en condición de huésped por Rodrigo Sierra Moncayo, con 150 integrantes del Programa Coral Universitario, iniciativa de la máxima casa de estudios, cuyo fin es fortalecer la difusión de la cultura mediante la participación de estudiantes universitarios en grupos corales y contribuir así a su formación integral.
El programa musical celebra las vísperas de la Navidad y el Año Nuevo mediante una selección de villancicos, en versión para orquesta, tanto tradicionales como algunos de escritura más reciente, además de la obertura y la marcha de La infancia de Cristo, de Hector Berlioz, y la suite número uno de El cascanueces, de Piotr Ílyich Chaikovski.
El espíritu festivo es el distintivo de este concierto, en el que músicos y público se hermanan con ese mensaje de alegría y buena voluntad que subyace en las obras del programa, propio para todas las edades.
A manera de regalo navideño, la mañana de este sábado, antes de su presentación de la noche y la de este domingo, a las 12 horas, la orquesta universitaria abrió las puertas de la sala Nezahualcóyotl para realizar un ensayo en el que el público pudo apreciar aquellos entresijos que a la hora del concierto son prácticamente invisibles, como alguna nota falsa de un músico o la entrada a destiempo del coro en una pieza.
Entre la audiencia, prevalecieron decenas de niñas y niños que, entusiasmados y participativos, palmearon y corearon gran parte de aquellos villancicos que reconocían, como Christmas Day y Blanca Navidad, en un ambiente de júbilo, concordia y hermandad, así como momento antes, con esos desparpajo y alegría propios de la infancia, bailaron en sus butacas al ritmo de ese clásico navideño de la suite de El cascanueces.