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Hermanos Urías, de Grandes Ligas, jugarán por México en Clásico Mundial
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▲ Luis y Ramón Urías. El segundo fue guante de oro de la Liga Americana.Foto Juan Manuel Vázquez
 
Periódico La Jornada
Domingo 11 de diciembre de 2022, p. 6

Las hermanos Luis y Ramón Urías son un caso excepcional del deporte mexicano. De niños jugaron en condiciones difíciles en Magdalena de Quino, Sonora, y hoy lo hacen en las Grandes Ligas de beisbol. Muchas familias de esa región sueñan con ver a sus hijos en la Gran Carpa, y los Urías lo cumplieron.

Destacaron en la temporada 2022 –importante para el beisbol mexicano– con 24 jugadores, cifra que no se daba hacía dos décadas, y en la que varios fueron reconocidos entre los mejores del circuito. Ramón fue elegido guante de oro de la Liga Americana por su trabajo en la tercera base con los Orioles de Baltimore y Luis conectó 16 cuadrangulares con los Cerveceros de Milwaukee. Julio Urías, sinaloense y sin relación familiar, fue el lanzador con mejor efectividad de la Liga Nacional con los Dodgers.

Ahora estarán juntos en el cuadro como seleccionados de México en el Clásico Mundial que se jugará en marzo de 2023 en Taiwán, Japón y Estados Unidos.

“Es muy difícil que en las Grandes Ligas dos hermanos participen en el mismo equipo –cuenta Luis–, pero en el clásico será como un sueño, una probadita de lo que puede ser estar juntos, sobre todo porque no hemos jugado en un mismo equipo desde hace muchos años, desde la época en las filiales de Diablos Rojos. Será muy bonito estar junto a mi hermano en el cuadro y un orgullo para nuestros papás”.

Parece como si Ramón hablara del éxito de otra persona y no de su carrera, por haber sido elegido guante de oro, apenas el quinto mexicano con esta distinción. Nada sencillo, pues requiere la nominación del mánager y luego los números, las estadísticas no evidentes, sostienen la candidatura hasta que se hace merecedor del premio. No sólo los 98 partidos donde se desempeñó, los 54 outs que consiguió no las 97 asistencias, sino todo lo que registró en 2022 para evitar una carrera.

Esa fue una temporada inolvidable por lo que vivimos como familia y logramos cada uno. Recibir el guante de oro es algo que no he pensado demasiado, pero sí muy fuerte, relata Ramón.

Cuando el deporte mexicano apenas se repone de la decepción del futbol durante el Mundial, Ramón reconoce que hay quienes voltean a ver los logros en otras ramas, como el beisbol. Sin embargo, recuerda que un deportista que fracasa no lo hace por falta de compromiso o desinterés. Sé que hay quien vive las alegrías que nosotros provocamos con nuestros triunfos. Hay decepciones en otros deportes, es cierto, pero no creo que sea por falta de compromiso; ellos se preparan tan fuerte como nosotros, pero no a todos se les dan las cosas. Los deportes son así y dan revanchas, tal vez en el futuro sea el turno de ellos como ahora lo fue de nosotros.

Luis, en tanto, reconoce que Cerveceros se quedó lejos de cumplir sus metas. Pero de su trabajo personal atesora momentos. Uno involucra a su tocayo Julio Urías, a quien conectó un jonrón, cuyo valor aún no termina de asimilar.

Ese día ni siquiera iba a jugar. Yo estaba en la banca, pero el tercera base se lesionó, entonces entré, cuenta Luis. “A Julio lo veía en los partidos por la tele antes de que yo llegara a las Grandes Ligas. De pronto ahí estaba, frente a frente, en el estadio de los Dodgers. No podía pegarle un imparable, pero sin pensarlo, como ocurre en el deporte, le pegué un jonrón que aún no me la creo. Esa noche nos escribimos y Julio me felicitó a su manera, como es de Culiacán, y me mandó un aguachile. Nunca voy a olvidar esa noche”.