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México SA

Biden-Trudeau, gerentes // Cumbre, sin mayor aporte // Peso-dólar: 19.08 por uno

C

ual gerentes de sus respectivas trasnacionales, Joe Biden y Justin Trudeau arribaron a nuestro país para defender las tropelías por ellas cometidas en territorio mexicano, justificar su depredador proceder, avalar los contratos leoninos firmados durante el régimen neoliberal y exigir más negocios, con manga ancha, para esos corporativos. Pero el ojo mediático –también dedicado a dicha defensa– sólo se fijó en un punto: no se abordó el diferendo energético, cuando éste quedó fuera de agenda, porque así se consensuó entre los participantes en la décima Cumbre de Líderes de América del Norte, encuentro que, en realidad, no aportó mayor cosa.

En la relación trilateral no todo es diferendo energético (buena parte de él derivado de los contratos leoninos firmados por el régimen neoliberal mexicano), por lo que, en el caso de su encuentro con Justin Trudeau, el presidente López Obrador detalló que también se trataron temas económicos relacionados con inversiones de empresas de Canadá en nuestro país, entre ellas mineras o la compañía de energía TransCanada (hoy TC Energy), que invierte para hacer un gasoducto en el Golfo de México; es una inversión cuantiosa y muy importante, porque va a significar abastecer de gas al sureste del país.

Bien, pero en el caso de TC Energy el mandatario mexicano habla en futuro, porque la construcción de ese gasoducto (como otros que permanecen inconclusos) parece cuento de hadas por no tener fin, dados los términos en que –abiertamente contrarios al interés nacional– firmaron gobiernos como el de Enrique Peña Nieto a favor de los corporativos. Se trata de una controversia que ni por casualidad registra el ojo mediático, con todo y que es una obra que debió entrar en operación desde hace tiempo, amén de que, sin transportar siquiera un suspiro de gas, la trasnacional canadiense cobra al 100 por ciento como si por ese tubo imaginario corrieran millones y millones de pies cúbicos del carburante. Y no es el único caso.

Como en su momento se registró en este espacio, el 12 de febrero de 2019 la Comisión Federal de Electricidad (a quien las empresas citadas deberían dar servicio) denunció: hay contratos con las empresas IEnova, Carso y TransCanada que amparan siete ductos que no operan, pero que tienen cláusulas que obligan a la CFE a pagar íntegramente, a pesar de no recibir el suministro de gas. La comisión lleva pagados, el año pasado, 5 mil millones de pesos y estaría desembolsando otros 16 mil millones. Por este alquiler llevamos cubiertos, desde 2015, 62 mil millones y seguirá así hasta llegar a 70 mil millones. De continuarse esos contratos, la empresa del Estado está en una posición realmente de quiebra, por lo que es necesario hacer una revisión para que se establezca una equidad y no se paguen unos gastos verdaderamente exorbitantes.

No sólo eso: durante el gobierno de Peña Nieto se compró gas en cantidades exorbitantes para alimentar 17 termoeléctricas que nunca se construyeron… El negocio era comprar el gas, muy posiblemente para las empresas de la iniciativa privada … El costo de la compra de gas natural mediante 27 contratos firmados en ese sexenio (para alimentar a esas inexistentes 17 termoeléctricas permanece reservado debido a las cláusulas establecidas en los contratos firmados con IEnova, Fermaca, TransCanada), TGNH y Carso Energy.

¿Y las mineras canadienses que arrasan el territorio mexicano? No son las únicas, desde luego, pero la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, ha denunciado que el gobierno mexicano mantiene una dispuesta con una de ellas, “la cual argumenta ‘discriminación’, cuando en realidad se niega a pagar los impuestos de toda una década”.

Eso, y mucho más, pero no se habla más que de los diferendos energéticos, que, como tantos otros, son verdaderos atracos a la nación.

Las rebanadas del pastel

Por cierto, ayer se informó que México y Canadá “ganaron su desafío a la interpretación estadunidense de las reglas de origen para automóviles bajo el marco del pacto comercial de América del Norte, anunció un panel de solución de disputas, decisión que favorece a fabricantes de piezas al norte y al sur de la frontera de Estados Unidos. La interpretación estadunidense de las normas es ‘inconsistente’ con el T-MEC” ( La Jornada). Ello, para quienes están duro que te dale con el petate del muerto de que si el gobierno mexicano no acepta las imposiciones de Washington, entonces viene el coco de las controversias … ¿Y el tipo de cambio? A 19.08 pesitos mexicanos por cada dólar.