Domingo 22 de enero de 2023, p. 25
Las construcciones salvajes
en Benito Juárez continúan con la anuencia de la alcaldía, a la que no le importa tener polígonos saturados
, es decir, manzanas o zonas prácticamente completas con construcciones de edificios para oficinas y departamentos, por lo que residentes de las colonias Villa de Cortés y Álamos exigieron al alcalde, Santiago Taboada, el cierre de la ventanilla única hasta que se realice un estudio de factibilidad de servicios.
Guillermo Meixueiro, residente de la colonia Álamos y ex integrante del Consejo Asesor de Desarrollo Urbano y Vivienda (Caduvi) en 2008, puso como ejemplo la construcción del edificio de 14 niveles ubicado en un predio que abarca las esquinas de las avenidas Cuauhtémoc, Universidad y el Eje 6 Sur Ángel Urraza.
Señaló que los propietarios de la construcción, en la que incluso habrá consultorios clínicos, posiblemente recurrieron a la fusión de predios y la transferencia de potencialidad para tener esa altura.
Criticó que la construcción siga sin que los vecinos hayan sido enterados o consultados, y que se desconozcan cómo se van a solventar los requerimientos de servicios como agua potable, energía eléctrica, drenaje y de recolección de basura.
A nombre de los residentes de las colonias Álamos y Villa de Cortés, criticó que sigan las construcciones sin control
, que calificó de grave problema
, porque en unos cuatro años van a colapsar la red de agua, que actualmente vemos con fugas, el drenaje y la recolección de basura por la falta de planeación”, a lo que se suman los problemas de movilidad en la zona.
Hizo un llamado urgente
a las autoridades del gobierno capitalino y a los legisladores del Congreso local para que en la medida de sus atribuciones se logre el cierre de la ventanilla única, a fin de detener el crecimiento sin control de los edificios en Benito Juárez
.
Insistió en que se deben parar las construcciones de inmobiliarias que ofrecen amenidades
como albercas al acusar que “jalan el agua a través del bombeo de la red, que es ilegal, lo que deja sin abasto a los vecinos de las colonias o del barrio que han logrado mantener su vivienda, pero cada vez con menor calidad de vida.