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Anuncian la creación de la cátedra de periodismo y literatura Ricardo Garibay

Ayer se rindió homenaje al autor de Fiera infancia en el Munal, por los 100 de su nacimiento

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▲ Desde la izquierda, Mary Carmen Sánchez Ambriz, Josefina Estrada, Lucina Jiménez, Socorro Venegas, Armando González y Leticia Luna, durante el homenaje al autor de Beber un cáliz.Foto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Lunes 23 de enero de 2023, p. 7

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) crearán la cátedra de periodismo y literatura Ricardo Garibay, adelantó Lucina Jiménez durante el homenaje que se le rindió este domingo al reconocido escritor por el centenario de su nacimiento en el Museo Nacional de Arte (Munal).

Jiménez explicó a La Jornada que es importante considerar que la trayectoria de Garibay transita por diversos universos literarios; de ahí que nos interesa mucho fortalecer su lectura mediante distintos ejes temáticos, donde puedan trabajar investigadores y especialistas que conocen su obra, así como personas que trabajaron con él, y que esos trabajos puedan ser compartidos a los jóvenes.

De la cátedra de periodismo y literatura Ricardo Garibay, destacó la funcionaria, se irán desprendiendo textos analíticos de sus obras. La idea es articular el proyecto la próxima semana, junto con la UNAM, para establecer los ejes temáticos.

Con la participación de Josefina Estrada, Socorro Venegas, Armando González Torres, Mary Carmen Sánchez Ambriz, Leticia Luna y la misma Lucina Jimenez, durante el homenaje se destacó el singular talento y personalidad del también guionista, ensayista y cronista, crítico mordaz, de talante soberbio, pionero de la autoficción literaria, con enorme humor, de franqueza e inteligencia incómodas, cuya obra está llena de emociones fuertes, la cual se caracteriza por su destreza y coherencia narrativas, así como por una extraordinaria técnica y una elevadísima poética.

Su legado, se dijo, no envejece y tiene que seguir formando a los jóvenes y a los profesionales de la literatura, ya que fue un escritor multifacético, al que la televisión y la radio no le fueron ajenos.

Josefina Estrada se refirió a la diversa bibliografía que se ha escrito sobre el autor de Las glorias del gran Púas y publicado por distintos sellos editoriales, así como a los programas radiofónicos que condujo el escritor, como valiosos documentos y testimonios de la trayectoria de Garibay. Sin embargo, destacó Estrada, aún no se le ha estudiado de manera crítica, acorde a su amplia obra, que incluye su periodismo literario.

Socorro Venegas evocó sus primeros encuentros con Garibay y los aprendizajes que se derivaron de éstos, que la formarían como escritora. Destacó que a Garibay, pionero de la autoficción, hay que leerlo sin los prejuicios que en su momento aparecieron contra el autor.

González Torres destacó su humor y franqueza, la maestría de los diálogos en su obra y la forma de crear personajes y tejer tramas. Reseñó y analizó algunos de los trabajos literarios más reconocidos de Garibay como Beber un cáliz, Fiera infancia y Par de reyes.

Obra y vida torrenciales

La vida y obra de Garibay es torrencial, su literatura está llena de emociones muy fuertes, en su obra los resentimientos son hondos, los amores son locos, los sentimientos filiales, exaltados. Como autor conoce el habla de los burdeles, el lenguaje de los gimnasios de box y conoce como pocos el habla de la provincia, llena de arcaísmos y metáforas.

Su trabajo literario “en su momento tuvo un costo en su recepción en el ámbito literario, ya que en su tiempo lo que primaba era el realismo mágico o bien las grandes construcciones novelísticas o experimentos lingüísticos, incluso la literatura social; que alguien como Garibay se refiriera a su propia biografía, como fue el caso de Beber un cáliz, era visto como una suerte de egocentrismo que causaba desconfianza y prejuicio en todos los espectros político y literario”, explicó González Torres.

Por fortuna, Garibay no suspendió sus trabajos de introspección tan presente en su literatura, agregó González Torres.

Para leer a Ricardo Garibay, apuntó González Torres, “hay que reconocer su modernidad, su extraordinaria capacidad de narrador, la riqueza y elegancia de su lenguaje, y su vehemente magisterio, que se resume en lo que él decía: ‘hay que ser soberbio con los demás y humilde con el lenguaje’”.

Para concluir, Sánchez Ambriz, entre otras cuestiones, se refirió al hecho de que es probable que el carácter y las ácidas críticas de Garibay fueran el motivo por el cual su obra quedara varios años prácticamente en el abandono. Habría que mencionar que siempre que podía denostaba el trabajo literario de Carlos Fuentes, Juan Rulfo, Gabriel García Márquez y Octavio Paz.