n medio de la conmemoración de los 500 años de la Conquista de México, Santiago Abascal, líder del partido ultraderechista español Vox, viajaba al país americano como primera parada en su gira por el continente. Este viaje, cuya finalidad consistiría en construir un espacio de coordinación y relación estable de la ultraderecha, en el marco de lo que han venido a llamar la Iberoesfera. Un concepto acuñado por Vox y trufado de referencias nostálgicas al pasado imperial y colonial español, que tanto le gustaba al franquismo. El término de la Iberoesfera, como el propio Vox señala, se refiere a una comunidad de naciones libres y soberanas (de más de 700 millones de personas) que comparten una arraigada herencia cultural y con gran potencial económico y geopolítico para abordar el futuro
1. El propio Santiago Abascal definía a Vox como esa alternativa
en la que los españoles encontrarían el actor necesario para liderar la Iberosfera y devolver a España su papel capital como piedra angular a ambos lados del Atlántico. Ese hacer España grande otra vez
, propio del trumpismo hispano.
En México, Abascal se reunió con senadores del PAN y del PRI. Una reunión que al poco de hacerse pública desató una tormenta de reacciones, donde muchos recordaron el tuit de Vox sobre el aniversario de la conquista de México: un día como hoy, hace 500 años, una tropa de españoles liderada por Hernán Cortés y aliados nativos consiguieron la rendición de Tenochtitlán. España logró liberar a millones de personas del régimen sanguinario y de terror de los aztecas. Orgullosos de nuestra historia
2. Mientras el PRI desacreditó a sus legisladores y circunscribió la participación de sus cargos a una decisión personal no vinculante con el partido, el PAN se partió en dos. El propio ex presidente Felipe Calderón denunció las declaraciones afirmando que el partido había perdido el norte
, forzando a la dirección a afirmar que su socio institucional en España es el Partido Popular y que la reunión fue a título personal, en el ejercicio de su libertad de los senadores panistas.
A pesar de que México no cuenta con un partido de ultraderecha propiamente dicho, que el inicio de la gira americana de Vox comenzara por México no fue casualidad. Mucho se ha hablado de la presencia en el PAN de la secta ultracatólica y anticomunista de origen mexicano el Yunque, así como de su capacidad para marcar la agenda política durante los gobiernos del primero. Pero menos conocido es cómo los tentáculos del Yunque han financiado a la ultraderecha española, especialmente a Vox, y se han infiltrado en ella. Las filtraciones de Wikileaks de agosto de 2021 sacaron a la luz pública cómo HazteOír y Citizen Go serían estructuras pantalla del Yunque, que no sólo habrían construido una agenda ultraconservadora en España, convirtiéndose en un trampolín político para Vox, sino que serían parte fundamental de su financiamiento durante su fundación y eclosión electoral.
HazteOír se funda en 2001, aparentemente como un espacio de recogida de firmas online en apoyo a asuntos relacionados con el modelo ultracatólico de familia y educación, que terminó evolucionado hasta convertirse en una plataforma de movilización. Tanto que el periodista José Luis Barbería lo definió como “el lobby de la versión española del Tea Party”. El propio Abascal es socio de HazteOír, amigo de su presidente, Ignacio Arsuaga, y ya fue premiado por la asociación en 2012 un año antes de la fundación de Vox. Pero desde la ruptura de Hazte Oír con el PP, en 2015, esta organización ha apoyado a Vox poniendo todo el entramado de su institución al servicio del partido, siendo clave en la campaña de las autonómicas andaluzas de 2018, donde Vox consiguió representación institucional por primera vez.
Para el historiador Steven Forti, Vox es el brazo político de HazteOir
3. Y es que la organización es mucho más que una asociación ultra. Está conectada con un entramado mundial de fundamentalismo cristiano que engloba desde oligarcas rusos a la secta de extrema derecha del Yunque, tal y como lo atestigua la jueza titular del juzgado de 1a instancia número 48 de Madrid, que consideró probada y esencialmente veraz
la relación entre el Yunque y miembros de HazteOír. De hecho, para Álvaro Delgado, investigador especializado en el grupo ultracatólico, los miembros de el Yunque ven a los partidos políticos como arietes para conseguir sus objetivos, y Vox responde a ese perfil
4.
La internacionalización de HazteOir y el éxito reciente de partidos ultraderechistas como Vox, ha permitido al Yunke realizar un camino de ida y vuelta entre México y España. Si los primeros militantes de la secta ultraconservadora cristiana mexicana llegaron a España en los 70 del siglo pasado5, es posible que la visita de Vox y Abascal a México en 2021 derive en una nueva organización ultraderechista por parte del Yunke. No parece casualidad que Vox registrara su marca y logo en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, lo cual le permite hacer sondeos internos de comunicación empresarial, servicios de relaciones con medios de comunicación, consultoría de relaciones públicas, servicios de comunicaciones corporativas, etcétera. Sólo el tiempo y las próximas presidenciales resolverán la incógnita de si México se unirá a sus homólogos latinoamericanos y tendrá una expresión propia en esa internacional reaccionaria que sacude el continente.
1Carta de Madrid (https://foromadrid.org/carta-de-madrid/)
2https://twitter.com/vox_es/status/1426121513112047619?lang=es
4https://www.eldiario.es/sociedad/conexiones-vox-grupos-ultracatolicos_1_1799146.html
5https://www.rosalux.eu/es/article/1978.de-los-neoc%C3%B3n-a-los-neonazis.html
* Diputado de la izquierda en el Parlamento Europeo