En el hombre suele basarse en tener relaciones sexuales extramaritales; para las mujeres, en involucrarse emocionalmente con otra persona
Lunes 13 de febrero de 2023, p. 11
Ese domingo familiar fue el último día del proyecto de vida que Natalia creía era de dos. Cuando en el celular de su esposo alcanzó a leer: Amor, contesta
, sintió que el piso no la sostenía y en automático ató muchos cabos. Él no negó el romance y esa misma tarde se acabó la convivencia de una década.
Sicólogos y sicoterapeutas advierten que la infidelidad es una las principales razones de ruptura, aunque no la única, también están las económicas y familiares. No obstante, en ocasiones esto saca a la luz otras problemáticas y se podría decir que a algunos les vino para bien, pero a otras parejas las quiebra
, comenta a La Jornada, Rinna Riesenfeld Robinson, especialista en problemas de pareja y terapeuta sexual.
La infidelidad es un acuerdo roto, pero hay acuerdos explícitos e implícitos, que es lo que generalmente sucede. Muchos asumen que es sólo tú y yo, pero no lo hablan.
Añade que sortear esta situación depende del momento en que ocurre y cómo se entera la pareja. No es lo mismo que te lo digan o que lo descubras, ni a qué altura de la vida ocurre o si es durante un embarazo, por ejemplo
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Además, mujeres y hombres perciben esta práctica de modo diferente, refiere Rodrigo Moheno, presidente de la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología. Los estudios exponen que el hombre es más dado a que la infidelidad se base en una relación sexual (extramarital) y para las mujeres tiene más que ver con el involucramiento emocional con otra persona
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También los adulterios de ellos y ellas son valorados con diferentes raseros por la sociedad. Históricamente el hombre ha sido más infiel que la mujer. En culturas tan machistas, como las nuestras, se aplaude que el varón tenga más de una pareja, pero si lo hace la mujer es señalada con los peores adjetivos
, indica Moheno y precisa que análisis arrojan que las personas narcisistas tienden a ser más infieles
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Fernando Ortiz, profesor investigador de la licenciatura y posgrado en sicología social de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) resalta que también la diferencia existe entre el o la que traiciona el acuerdo y quien sufre la situación.
“En la práctica clínica he visto muchas veces que mientras para quien comete adulterio fue sólo ‘echarse una canita al aire’, una aventurita intrascendente, para quienes la padecen es devastador, porque se sienten traicionados, para muchos es una herida de años.”
Agrega que existen nuevas formas de relación: matrimonio abierto, poliamor o swingers, donde la infidelidad está admitida, aunque a veces sea a regañadientes por una de las dos partes. Tesis e investigaciones de alumnas de la UAM han apuntado a que cuando las parejas entran a estos arreglos, es una de las personas la que jala y convence, y la otra no lo hace tan convencida
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Con motivo del Día del Amor y la Amistad, Riesenfeld indica que las mujeres perdonamos menos si hubo sentimientos de por medio, pero perdonamos más si sólo fue sexo
; sin embargo, los hombres tienden a dar más peso a la traición sexual.
A Esteban, su pareja le puso el cuerno
. No lo vi venir, no lo creía. La amaba mucho, y dolió, intentamos reparar, fuimos a terapia, pero no se logró. Estaba lastimado, sentía que ya no le era suficiente
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Moheno comenta que estudios refieren que el ser humano por naturaleza no es una especie monógama. Eso quiere decir que el matrimonio y la exclusividad no están hechas para todas las personas
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Hace más de una década, una investigación de la Universidad de Binghamton, de Estados Unidos, arrojó que habría algún tipo de componente genético en la infidelidad y promiscuidad. De los individuos estudiados, aquellos con una modificación en un gen eran más propensos a esas conductas.
Los expertos consultados dicen que eso es difícil de comprobar. Ortiz comenta que hay personas genéticamente más predispuestas a conductas de riesgo, posiblemente sea más probable también que busquen sexo casual
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