convoy tóxicoen Ohio
En Detroit se descarrilan vagones de carga sin que se informe de derrames // La EPA responsabiliza a empresa de la sanidad ambiental en East Palestine
Viernes 17 de febrero de 2023, p. 22
Un tren que transportaba materiales peligrosos descarriló ayer parcialmente en los suburbios de Detroit, en el sur de Michigan, informaron las autoridades, citadas por la prensa local. No se reportaron heridos y no había evidencia de que se derramaran químicos venenosos, días después de que en Ohio se descarriló otro con sustancias tóxicas, incluidos el cancerígeno cloruro de vinilo.
Las imágenes aéreas mostraron al menos seis vagones volcados, daños en las vías y varias rejas regadas por el suelo. El siniestro ocurrió alrededor de las 8:45 horas en el área de Huron River Drive, entre Martinsville y Haggerty Roads, en el condado de Van Buren, a unas 30 millas al oeste del centro de Detroit, detalló la policía local, informaron portales de medios locales.
En este momento, nadie está al tanto de la liberación de materiales peligrosos, el contenedor de materiales peligrosos se puso sobre su eje y se está retirando del área de los otros vagones descarrilados, y la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) está enviando un equipo para garantizar la seguridad pública
, manifestó la legisladora Debbie Dingell, una demócrata cuyo distrito en el Congreso incluye el condado de Van Buren.
También ayer, el jefe de la EPA, Michael Regan, viajó a East Palestine, Ohio, para manifestar a la población que la institución que él dirige planea responsabilizar a la compañía ferroviaria Norfolk Southern por las consecuencias del descarrilamiento de un tren que transportaba productos químicos peligrosos, incluidos el cancerígeno cloruro de vinilo, el pasado día 3.
Emitimos un aviso de responsabilidad a la empresa, y lo firmaron, lo que indica que serán responsables del saneamiento de la zona siniestrada
, dijo Regan en entrevista con la cadena CNN. Pero si surgen nuevas consecuencias, utilizaré toda la autoridad de esta agencia, y también lo hará el gobierno federal, para asegurarme de que la empresa rinda cuentas
, agregó.
Se han presentado al menos cinco demandas civiles contra Norfolk Southern alegando negligencia y solicitando el pago de daños en propiedad privada y por la exposición a productos químicos peligrosos. La empresa anunció esta semana la creación de un fondo de 1 millón de dólares para ayudar a la comunidad de al menos 5 mil habitantes mientras continúa con la remediación y saneamiento por los químicos derramados en el suelo y los arroyos, además de la medición de la calidad del aire.
Antier, el bufete de abogados Morgan & Morgan presentó una querella colectiva en un tribunal federal de Ohio a nombre de dos mujeres que vivían cerca del descarrilamiento.
Norfolk Southern descargó más cloruro de vinilo causante de cáncer en el ambiente en una semana que todos los emisores industriales combinados en el transcurso de un año
, alega la demanda, copia de la cual tuvo a la vista la cadena CBS. El accidente ferrocarrilero fue seguido de un incendio que duró un día y la evacuación ordenada de al menos dos mil residentes mientras los funcionarios locales y estatales declararan que el aire y el agua eran seguros para que la gente regresara, hecho que sucedió cinco días después.
Morgan & Morgan afirmó que la compañía eligió quemar el cloruro de vinilo, convirtiéndolo en un gas altamente tóxico, en lugar de remediar de manera segura. Se agregó que miles de residentes
en las zonas rurales del este de Ohio y el oeste de Pensilvania podrían haber estado expuestos a las toxinas, pues los residentes se han quejado de dolores de cabeza y ojos irritados y de encontrar sus autos y jardines cubiertos de hollín, destacó la agencia noticiosa Ap. Los químicos derramados, dentro de los que también se detectó acrilato de butilo, mataron a miles de peces, y los residentes han encontrado animales salvajes y mascotas moribundos o enfermos.
Al recorrer la zona afectada, que aún huele a los químicos, Regan trató de tranquilizar a los residentes, la mayoría escépticos, de que el agua es apta para beber y el aire es seguro para respirar bajo el argumento de que las pruebas robustas
de la calidad del ambiente, no han mostrado partículas dañinas.