Macron, sirviente de la oligarquía // ¿Libertad, igualdad, fraternidad? // Represión, su única respuesta
l presidente francés, Emmanuel Macron, reafirma que aquello de libertad, igualdad, fraternidad
no es más que una frase de ocasión, mera propaganda, porque es obvio que gobierna no para reivindicar al pueblo que lo eligió, sino para cuidar los intereses oligárquicos. El mandatario galo ni siquiera se tomó la molestia de que fuera la Asamblea Nacional la que sancionara la reforma al sistema de pensiones por él ideada. Por el contrario, a sabiendas de que no contaba con la mayoría legislativa – ergo, sería rechazada–, se fue por la libre y la impuso, sin consultar a nadie y por decreto, lo que si bien esta última herramienta es constitucional resulta verdaderamente inmoral, al poner en juego el retiro y la seguridad social de millones de trabajadores, muchos de los cuales, ilusos, votaron a favor de quien hoy les clava otro puñal en la espalda (justo es mencionar que algunos lo hicieron con el fin de que la neofascista Marine Le Pen no llegara al Palacio del Elíseo).
Lo que ha hecho Macron no es nuevo, porque forma parte del manual neoliberal impuesto en buena parte del planeta, siempre con la intención de socializar las pérdidas y privatizar las ganancias; que la mayoría se joda, para que la oligarquía se enriquezca cada día más. Si alguien tiene dudas sobre esa máxima libertaria
bien haría en recorrer la historia reciente de, por ejemplo, América Latina, región que fue uno de los primeros laboratorios
de la nueva política
económica aplicada por gobiernos a modo (de Carlos Salinas a su tocayo Menem; de Mauricio Macri a Jair Bolsonaro, por ejemplo, sin olvidar las dictaduras), con un costo social impresionante.
Por ello, ante la imposición, la respuesta popular en Francia ha sido masiva y contundente, a lo cual Macron no atina a responder con cierta coherencia. Por ejemplo, en declaraciones a la televisión gala ha dicho: si hay que asumir la impopularidad por la reforma de las pensiones, la asumiré
(¡claro!, ya hizo el trabajo sucio para la oligarquía, amén de que ya no es relegible para un tercer periodo presidencial) y asegura que su proceder siempre se encamina a defender el interés general
. Eso sí, saca a relucir su cobre autoritario: no toleraré desbordamientos
en la protesta ciudadana.
Sin embargo, el movimiento popular esta última amenaza se la pasa por el arco del triunfo, toda vez que su protesta se ha prolongado por 10 días, sin visos de amaine. En el interín, ¿Macron ha propuesto el diálogo? ¿Algún acercamiento entre las partes? ¿Ha reconsiderado su decisión? ¿Canceló el decreto referido?Ni de lejos. La única respuesta
ha sido la represión.
La Jornada (Armando G. Tejeda, corresponsal) lo reseña así: “las movilizaciones durante nueve días consecutivos en Francia, muchas de ellas protagonizadas por jóvenes estudiantes y trabajadores combativos, también han tenido una respuesta contundente de las autoridades francesas, que han movilizado a más de 12 mil agentes para reprimir la revuelta popular. Un hecho que ya provocó el malestar en diversos organismos internacionales, como el Consejo de Europa, que habla de un ‘uso excesivo de la fuerza’, y la Organización de Naciones Unidas… Una de sus preocupaciones es la altísima cifra de detenidos: sólo el pasado jueves sereportaron 457, pero desde el inicio de las protestas a raíz de la aprobación por decreto de la reforma de las pensiones la cifra ya supera los mil 500”.
La misma reseña subraya que “según la Confederación General de los Trabajadores, se manifestaron 3 millones 500 mil personas a escala nacional, mientras el Ministerio del Interior lo cifró en un millón 89 mil. En cualquier escenario, fue una de las protestas más multitudinarias y reivindicativas desde que en enero pasado se anunció la reforma del presidente, el conservador Emmanuel Macron … La huelga general fue un éxito rotundo, porque el país se paralizó parcialmente, sobre todo el transporte público, aeropuertos, trenes, así como escuelas, refinerías y sector público, incluso el cierre de la Torre Eiffel. Para aprovechar la fuerte participación, se convocó a más protestas en todo el territorio …”.
Las rebanadas del pastel
Feliz, Lencho Córdova viaja para reunirse con oscuros personajes, lo que es acorde con lo que él significa: representante de la oligarquía, personaje antidemocrático. No es ninguna novedad. Si acaso, hace turismo político derechoso, facho. O sea, le cuesta al pueblo de México que del presupuesto se le pague para ir a conspirar en contra de él
(López Obrador).
Twitter: @cafevega