Cientos acuden a las exequias
La activista apoyó las protestas contra fraude electoral en Tabasco, recordó
Martes 9 de mayo de 2023, p. 25
El presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su pesar por el fallecimiento de Concepción Calvillo, esposa de Salvador Nava, dirigente social y político que luchó contra los fraudes electorales en México y contra el autoritarismo. Al comenzar su conferencia, destacó el papel de Calvillo en las batallas que dio su esposo.
El doctor Salvador Nava es un precursor del movimiento democrático de nuestro tiempo, un luchador ciudadano que en San Luis Potosí luchó en contra de la antidemocracia, del autoritarismo; enfrentó fraudes electorales. Un ejemplo como dirigente, y siempre acompañado de Conchita, de su esposa
.
Recordó que cuando él realizó el Éxodo por la Democracia de Tabasco a la Ciudad de México, fue acompañado en uno de los tramos que recorrió (de Puebla a San Martín Texmelucan) por Nava, a pesar de que éste ya se encontraba enfermo. Acababa de terminar una marcha, porque le habían hecho un fraude en los tiempos de (Carlos) Salinas de Gortari
.
Refirió que en el pasado reciente, Calvillo también participó con él en dos actos públicos, por lo que expresó su pésame a los familiares.
Mientras, en la ciudad de San Luis Potosí, más de 400 personas acudieron ayer a una misa-homenaje que se ofició para despedir a la activista potosina.
La urna con las cenizas de Conchita Nava
, quien falleció el domingo a los 105 años de edad, permaneció varias horas en la capilla Camino al Cielo de la casa funeraria Hernández.
Al mediodía dio inicio la ceremonia en memoria de quien fue una de las mujeres pilares en la lucha por la democracia en México, pionera en la ciudadanización de los órganos electorales y en la inclusión del género femenino.
Luis Nava Calvillo, Xavier Nava, Alejandro Nava y Manuel Nava, familiares de Calvillo Alonso, recibieron a las personas que asistieron a dar el pésame a la familia.
Antes del inicio de la misa, Alejandro Nava, hijo de Conchita, compartió con La Jornada algunas de las vivencias que, dijo, los dejó marcados para siempre.
Una de ellas fue el 7 de diciembre de 1958, cuando se inició la lucha civilista en San Luis Potosí. Otro acontecimiento que vivieron en carne propia
fue la persecución del gobierno y del Partido Revolucionario Institucional.
En 1961, el priísta Manuel López Dávila emprendió, junto con el Ejército, una campaña de represión contra el pueblo potosino.
En ese año la policía y el Ejército se llevan preso a mi padre, Salvador Nava; vivimos los estragos de un PRI represivo que abusaba del poder, bajo el gobierno de López Dávila, abusos que no eran bien vistos por la gente del pueblo. El 15 de septiembre de 1961 el Ejército cercó la casa de mis padres; yo tenía 15 años
.
Rememoró que esa noche entraron los soldados a la vivienda y se llevaron detenido sin orden por escrito a Salvador Nava; de inmediato lo trasladaron a la Ciudad de México y lo ingresaron a la cárcel de Lecumberri.
En seguida Conchita, mi mamá, inicia la lucha junto con la gente para pedir la liberación de Salvador Nava; fue un momento crítico por la violencia del Estado y del PRI en contra nuestra, de mi padre sobre todo
, agregó.
Durante la homilía en memoria de la luchadora social, el sacerdote Rubén Pérez Ortiz dijo a los presentes que Concepción Calvillo fue una persona amada y respetada que estuvo cerca de los pobres, los desvalidos y los indígenas.
Fue una señora con una mente brillante y culta, amiga de grandes y honorables personajes de la cultura. Amaba a Dios y al prójimo
, destacó.
El párroco comentó que Concepción recomendaba siempre paciencia y prudencia
. Recordó: “Al recibir la unción y la eucaristía me dijo: ‘Ya con esto estoy en paz. Ya Dios puede llamarme. Me siento feliz y amada’”. Se refirió también a la última entrevista que la activista concedió, publicada por el semanario estadunidense Newsweek, en el que Concepción Calvillo dejó sus últimas lecciones de vida: Moderación y prudencia para evitar los excesos en todos los sentidos; luchar siempre con paciencia y tolerancia, hasta morir, por mantener la familia unida, a pesar de las diferencias
.
Antes de terminar la misa-homenaje, la familia entonó el Himno Navista en su honor, al que siguieron los gritos de ‘¡Viva Conchita! ¡Viva!”