Miércoles 10 de mayo de 2023, p. 26
Madrid. España está en alerta por la sequía, la falta de agua y las altas temperaturas, algo extraño para esta época del año en el país, que están poniendo en riesgo casi la totalidad de la producción anual del olivar, una de las principales industrias del campo y con el que se manufacturan numerosos productos: el aceite de oliva, las aceitunas de mesa, cosméticos, biocombustible, e incluso artesanías de madera.
La Coordinadora de Agricultores y Ganaderos (COAG) destacó en su último informe que la sequía ya afecta 60 por ciento del territorio cultivable y se han producido pérdidas irreversibles en más 3.5 millones de hectáreas de cereales de secano.
Los olivares están por todo el país, sobre todo en Andalucía, Cataluña, Murcia, Valencia y Extremadura, donde más afecta la sequía. El problema se agudizó recientemente por la ola de calor, a la que se sumó la ausencia de lluvias en prácticamente todo el territorio, salvo algunas partes del noroeste. La ciudades de Tomelloso, en Castilla la Mancha, ya superó 135 días sin precipitaciones.
En esta época del año, cuando termina la floración y el fruto del olivo es todavía incipiente, es crucial que las lluvias lleguen para terminar su ciclo vital. Si no es así, los productores del olivar vaticinan que este año se corre el riesgo de perderlo todo.
El escenario es de falta de lluvias hasta el otoño, con lo que además del año perdido en cuanto a comercialización de sus productos también temen que los árboles sufran graves daños por la falta de riego.
Según la asociación de agricultores Asaja, la próxima cosecha de aceituna en Jaén, provincia andaluza que genera 20 por ciento de la producción mundial de aceite de oliva y 42 por ciento de Andalucía, va ser mala o muy mala
y se preven daños en sus 66 millones de olivos
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El olivarero Juan Luis Ávila, responsable del sector en la COAG, advirtió: la situación es dramática, sin precedente para el sector y es claro que habrá problemas para abastecer al mercado mundial, aun con bajas importantes del consumo. Ni subiendo el precio del aceite una barbaridad cubrimos los costos de producción
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Ante la crisis en el campo, cientos de agricultores y ganaderes catalanes se manifestaron con sus tractores en la ciudad de Lleida por la mala gestión del agua
del gobierno español del socialista Pedro Sánchez. En la protesta acusaron a la Confederación Hidrográfica del Ebro, que depende del gobierno central, de ser responsable del cierre de los canales de riego que están matando a sus tierras y a sus cultivos.