Hay más riesgo en esos terrenos, considera especialista
Domingo 14 de mayo de 2023, p. 27
Si bien los recientes microsismos que se han registrado en días pasados –con epicentro al poniente de la ciudad– no se consideran riesgosos en general, en las alcaldías Magdalena Contreras y Álvaro Obregón sí representan un factor de peligro debido a la vulnerabilidad de la población que habita en áreas de taludes inestables, que vive sobre minas, terrenos agrícolas y arcillosos donde hay casas precarias, afirmó la ingeniera geóloga Marcela Canedo.
En entrevista, la académica del Instituto de Educación Media Superior de la Ciudad de México se manifestó por realizar un estudio en la zona para determinar si hay evidencia de la aparición de fallas en la superficie, ya que a profundidad se han detectado al menos tres: las de Contreras, Mixcoac y Santa Fe, “que son normales, lo que significa que hay un rompimiento a profundidad y un bloque cae.
Hablando de Magdalena Contreras y Álvaro Obregón, tenemos laderas inestables, es decir, con o sin presencia de sismos sí pueden haber derrumbes de manera frecuente. Cuando hay un terreno inestable aumenta la vulnerabilidad de que haya una remoción de masas, lo cual genera colapsos verticales, deslizamientos e incluso a manera flujos. Claro que la presencia de sismos como los recientes pueden provocar lo anterior.
Aunado a eso, en la alcaldía Álvaro Obregón se tienen detectadas al menos 200 minas, y cuando su techo es muy somero, también eso podría ocasionar derrumbes. Además, la existencia de oleoductos y gasoductos exacerba el riesgo.
Canedo, quien fue coordinadora de zonas de alto riesgo de la citada alcaldía en la pasada administración, manifestó que se requiere de un trabajo interdisciplinario para actualizar la cartografía, detallar las características y alcances de las fallas en la zona a fin de determinar la magnitud del riesgo existente.
Respecto a cómo se perciben los microsismos, que de acuerdo con el gobierno capitalino no rebasan la magnitud 3.8, explicó que eso tiene que ver con la cercanía del epicentro, es decir, quienes viven cerca lo pueden sentir muy fuerte, como fue el caso del registrado la noche del 10 de mayo.
La académica subrayó que la sismicidad en la cuenca de México ha existido desde siempre, mientras en el caso de los microsismos recientes se deben a una falla en la Sierra de las Cruces, y que en términos geológicos sus profundidades son someras.
En tanto, residentes de la zona de Barranca del Muerto y Las Águilas, donde se ubicaron los epicentros de los sismos del 10 y 12 de mayo, comentaron que movimientos de ese tipo comenzaron el mes pasado.
Ernesto Hernández, vecino de la colonia Los Alpes, dijo que espera que las autoridades aclaren la naturaleza de estos temblores, que se sienten como un brinco
, mientras Eduardo y Patricia García, así como su vecina Elena Murillo, de la colonia Las Águilas, coincidieron en que son como una sacudida
, sin oscilaciones, y no los percibían antes de abril.