Domingo 21 de mayo de 2023, p. 15
Washington. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su optimismo para alcanzar un acuerdo con la oposición republicana que permita aumentar el límite de endeudamiento del país y evitar que la mayor economía del mundo incurra en un impago, a pesar de tensas negociaciones para lograrlo.
“Todavía creo que podremos evitar un default”, declaró Biden a la prensa durante la cumbre del G-7 en Hiroshima, Japón.
Dos reuniones terminaron el viernes sin que ninguna de las partes citara avances y sin fijar fecha sobre nuevos encuentros, cuando faltan menos de dos semanas para el primero de junio, cuando el Departamento del Tesoro ha advertido que el gobierno federal podría ser incapaz de pagar todas sus deudas.
Un incumplimiento de pagos de la mayor economía mundial podría provocar caos en los mercados financieros y disparar tasas de interés.
Con la advertencia del Departamento del Tesoro, la batalla política en Washington ha oscilado sin ningún signo claro de resolución.
Los republicanos continúan insistiendo en que Biden debe recortar el gasto público si quiere obtener su apoyo para subir el techo de endeudamiento del país, un tope cuyo aumento o suspensión es resorte del Congreso. Los demócratas, en tanto, sostienen que las dos cosas no pueden ligarse y quieren un aumento de la capacidad de emisión de deuda sin condiciones.
Chantaje republicano
El líder de los republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, anunció el viernes que las negociaciones para evitar un default entraron en una pausa
, en medio de ”reales diferencias”, según la Casa Blanca.
El director de comunicaciones de Biden, Ben LaBolt, dijo que los republicanos están tomando de rehén la economía
, en un mensaje que ha sido reiterado por la Casa Blanca. Están “empujándonos al límite del default, que podría significar la pérdida de millones de empleos y llevar al país a una recesión”, sostuvo.
Los demócratas han estado presionando para mantener el gasto en los niveles de este año, mientras los republicanos quieren volver a los niveles de 2022. Un plan aprobado por la Cámara de Representantes el mes pasado recortaría una amplia franja del gasto público en 8 por ciento el año próximo.
Los demócratas afirman que eso obligaría a recortes promedio de al menos 22 por ciento en programas como la educación y la aplicación de la ley, una cifra que los principales republicanos no han cuestionado.