El rostro del nuevo aficionado
eligra el negocio y tonto el que no entienda. El rostro del nuevo aficionado asomó en el graderío del estadio Allegiant de Las Vegas: un niño con diadema tricolor, distintivo mexicano quizás impuesto por sus padres o abuelos, se lo quitó y loco de felicidad decidió amar al equipo de la tierra donde nació, se concentró en el escudo de su playera blanca, la de la selección de las barras y las estrellas, al que besó frenético imitando a Weston McKennie... Hace bien, nadie quiere a los perdedores, ¡pésimos perdedores!
Los radicados en el vecino país del norte, a los que consume la nostalgia por lo mexicano, incluidos los mediocres equipos de futbol con América y Chivas por delante, gritaron a pecho abierto el ¡eh puto!
, recio y adrede, con una furia del tamaño de su decepción, con ánimo de hacer daño donde más duele a esos dirigentes ineptos, entreguistas, serviles, monetizados hasta lo abyecto. Si cosechan dólares a sus costillas en infinitos contratos con la empresa SUM (Soccer United Marketing), pues que paguen multa por el grito homofóbico, habrán pensando.
Y cuando algunos localizaron el palco delos federativos, les lanzaron una andanada de insultos, hastiados de tanta ineptitud. A nadie le importó si era el grupo que va llegando con Juan Carlos La Bomba Rodríguez e Ivar Sisniega a la cabeza, ni si en calidad de colados estaban ahí Jorgealberto Hank y el mafioso promotor Christian Bragarnik. Eran los culpables visibles y se lanzaron contra ellos... De risa ver a Duilio Davino corriendo tras Rodrigo Ares de Parga, huyendo para resguardarse del repudio popular.
Después de que el equipo de Estados Unidos ridiculizó al Tri de Diego Cocca (3-0) los federativos quedaron en shock. Ni Alejandro Irarragorri salió a defender al estratega que impuso sin más mérito que haber hecho bicampeón a su Atlas con ayudas arbitrales y puntos ganados en la mesa… Al día siguiente dieron tímida señal de vida con un mensaje de apoyo a la Concacaf en la toma de medidas para extinguir el grito homofóbico, en claro reconocimiento a su rotundo fracaso en ese afán.
Cocca fue abucheado por el respetable tras la mención de su nombre por el altavoz. Los pendencieros jugadores, a su vez, lo odiaron por ponerlos a entrenar a doble sesión, por retener a los lesionados y planear una concentración en la periferia, lejos del shopping, como si estuvieran en la Academia rojinegra y no ante las vacas sagradas, incluido el cinco copas Memo Ochoa. Tras la humillación del jueves, ellos y no Cocca decidieron la alineación contra Panamá… Otros, los nacidos en aquella tierra, como Ricardo Pepi y Alejandro Zendejas, se felicitan de su elección.
¡Malaya la hora en que Alberto de la Torre formó el Consejo de Dueños! El ex presidente de la Federación Mexicana de Futbol confesó en enero de 2004: llevo dos años insistiendo en que los propietarios tienen que tomar decisiones y serían un poder alterno a la asamblea de presidentes
. Después, avasallado, se vio tan absurdo explicando su alejamiento: Estaban agradecidos y dijeron: necesitamos un empleado, yo iba a tener que hacer lo que ellos quisieran... ¡tenían un poder enorme, podían poner gobernadores y hasta al presidente (del país)!
, apuntó el ahora directivo del golf tapatío.
Son cómicos los dueños, burdos reyes de la simulación; sin embargo, ya no engañan a nadie, están totalmente desacreditados. Previo a la junta del 22 de mayo blindaron sus intereses económicos antideportivos (sigue el no descenso y la multipropiedad, debieron bajar a cinco foráneos, pero jugarán siete, y a la repesca nomás le cambiaron de nombre...). Tomaron tibias decisiones tras el fracaso en Qatar 2022; enseguida presentaron, prácticamente maniatado, a La Bomba Rodríguez ¿para que haga magia?… La realidad ya los alcanzó.
En el certamen galo de nuevos valores Maurice Revello, el Tri Sub-23 careció de recursos para competir ante un invicto equipo panameño con mejor físico y preparado a conciencia, el cual, con justicia, se llevó el cetro... Antes se cantaban las glorias de los equipos menores, pero todo es consecuencia de lo mismo, del abandono y el desorden, de perseguir sólo el dinero haciendo a un lado lo deportivo; otra raya al tigre después de quedar sin Mundial Sub-20 y sin Juegos Olímpicos.